(tal vez) Desde la fantasía a lo científico

Zombies. Sin duda, debe ser catártico abrirse paso entre nuestros semejantes muertos a punta de batazos. Pero si has visto The Walking Dead, sabrás que los zombies no serían el principal peligro, sino los vivos. En cualquier caso, esta fantasía se basa en la nada imposible propagación de un virus (un arma biológica) que nos aniquile.

Meteoritos. Hace 65 millones de años, un objeto extraterrestre impactó sobre Yucatán y causó la extinción de los dinosaurios. Ellos dominaron la Tierra 135 millones de años. Eran salvajes. Eran poderosos. Y mira lo que les pasó. ¿Qué oportunidades tendría un ñango humanito de apenas 2.5 millones de años contra algo así? Ninguna, claro, a menos que sea Bruce Willis.

El Sol. Al envejecer, las estrellas aumentan su luminosidad y calor. Si nuestro Sol incrementara su calor sólo 10%, los océanos se evaporarían y convertirían la Tierra en un mundo estéril. Y eso sin contar el calentamiento que generamos (derretimiento de polos y aumento del nivel del mar incluidos). No es improbable que este final comience en Tuxtla.

Guerra. En 1947, los científicos que trabajaron en la bomba atómica iniciaron un reloj simbólico para señalar la cercanía de algún suceso terrible. En 2007, Stephen Hawking y otros científicos fijaron el Reloj del Apocalipsis en 5 minutos para la Hora Cero. En 2015, la proliferación de armas nucleares y el calentamiento global pusieron el reloj en 3 minutos para la Hora Cero. Es decir, al ritmo actual, con la falta de habilidad política de nuestros líderes y cientos de botones rojos en su poder, podríamos estar a unos 8 años de la Hora Cero (traduciendo el tiempo simbólico al real). Y no es por ser alarmista, pero…