MÚSICA
Desde los años 50, surgen rumores de mensajes ocultos en imágenes publicitarias o, aun, pistas sonoras. En el caso de estas últimas, se llama “backmasking”: grabaciones sólo inteligibles si se reproducen al revés. ¿Pero por qué ocultar mensajes?
Por salud (léase “por negocio”). Muchos negocios han pretendido ofrecer grabaciones subliminales que supuestamente mejoran la salud.
Por adoración a Satanás. O eso dicen algunos grupos religiosos. El ejemplo más famoso es “Stairway to Heaven” de Led Zeppelin. La verdad es que si la tocas al revés no se entiende nada… hasta que te ponen los subtítulos. En otros casos, más que mensajes satánicos, son mensajes anticristianos, provocadores, o hasta fuego amigo. Ejemplo: la banda de rock cristiano Petra introdujo en “Judas Kiss” un mensaje: “What are you looking for the devil, when you ought to be looking for the Lord?” (¿Por qué buscas al demonio, cuando deberías estar buscando al Señor?). ¡Tómala!
Por evadir la censura o reivindicación política. Si no te dejan decirlo, ocúltalo, es un conocido mantra en la industria musical. Es el caso de Frank Zappa o la banda Styx, por ejemplo.
Por humor. Hay multitud de ejemplos. Desde Paul McCartney hasta Pink Floyd. O Weird Al Yankovic, que en “I Remember Larry” incluyó un mensaje al revés: “Wow, you must have an awful lot of free time on your hands” (¡Vaya! Debes tener un montón de tiempo libre).
Una cosa más que es cierta y que aplica para muchos otros, la dejó dicha el comediante Bill Hicks: “si escuchas los discos de los New Kids on the Block al revés, en efecto: ¡suenan mejor!”.
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