SOCIEDAD
Por siempre joven ¿Quiénes son los chavorrucos?
En uno de sus cuadros más famosos, Goya alude al tiempo, nos los muestra de la manera más aterradora posible y crea la figura de su deidad representante, Saturno o Cronos, devorando a sus hijos. Las imágenes sombrías y el rostro inmisericorde del dios alimentándose de los cuerpos repercute en nuestros sentidos y nos muestra el paso impecable de las horas. Pero en nuestro presente el transcurso de los años más que un miedo implica una negación o quizá una presencia que rechazamos de manera rotunda en un sin número de acciones en las que olvidamos que somos seres que envejecen y que de alguna manera hemos dejado atrás la época de juventud para entrar a otra etapa: la madurez. Relacionado con el Síndrome de Peter Pan, en el que se manifiesta una obsesión por evitar crecer manteniendo actitudes infantiles o fuera del lugar para la edad de la persona, el fenómeno del chavoruco se extiende cada vez más en mujeres y hombres que se niegan a verse a sí mismos.
El chavoruco, definición con la que se designa a todo aquel que mantiene una dinámica “juvenil” de manera forzada, no padece de nostalgia, por el contrario vive como si la preparatoria o la universidad no hubiesen quedado atrás o como si aún sus visitas a los antros siguieran siendo una epopeya digna de contar.
Pero, ¿cómo detectar si soy o no un chavoruco? El proceso para descubrirlo es bastante fácil y quizá incomodo dependiendo del resultado. Lo primero que uno debe de observar es la ropa: si pasas de los 30 y sigues usando lo mismo que tu sobrino o hermanito de 20, seguramente estás inmerso en esta especie moderna. Otra manera de darse cuenta es en el vocabulario: si en tu plática cotidiana intentas emular las frases de los nacidos después del 94, vas también por ese rumbo. Ahora bien, si has hecho una revisión de tu vida y te sientes culpable porque efectivamente eres un chavoruco, tranquilízate, puede ser un buen momento para reflexionar, sólo ten en cuenta que mantenerse joven no está peleado con aceptar tu edad ni tu proceso de vida.
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