Cuando la excitación sexual no es un placer sino una pesadilla

Escuchar las palabras “Síndrome de Excitación Sexual Persistente” pudiera incluir un sinnúmero de  ideas o connotaciones mórbidas: una mujer siempre dispuesta y deseosa de terminar con su excitación. Pero este mal, suele transformarse en una pesadilla con el paso del tiempo y no es para menos. ¿Puedes imaginar que una mujer tenga al día, cada día, 300 orgasmos?

El PSAS por sus siglas en inglés (Persistent Sexual Arousal Syndrome), es un trastorno que sólo afecta a mujeres. Se trata de una excitación genital que se da de pronto y además es persistente; puede estar o no acompañada de orgasmos y al contrario de lo que suele creerse, no está relacionado con ningún tipo de sensación de deseo sexual, por el contrario, el deseo siempre está ausente y quien lo padece no tiene control sobre ello. La excitación puede durar horas, días o meses, y los orgasmos se producen uno tras otro, pero sólo calman los síntomas por un momento, para regresar más tarde, por lo que tener una vida normal resulta sumamente problemático.

Esta situación fue documentada por primera vez por la doctora Sandra Leiblum en el año 2001, y solo recientemente se le da el carácter de síndrome en la literatura médica. Pablo Wizenberg, médico psiquiatra especialista en trastornos de ansiedad y calidad de vida, explica que “no hay que confundirlo con alguien que vive excitado y busca la manera de complacerse y que lo logra”. En este tipo de patologías nada es suficiente, nada alcanza y es una situación angustiosa. El límite es ese, la angustia permanente con la que se vive el tema.

Obviamente el problema no termina aquí, pues los síntomas físicos llevan a la persona dentro de una espiral interminable; predominan la vergüenza y la angustia, también han de incluirse cambios severos del estado de ánimo. El placer de tener un orgasmo se convierte en frustración, culpa y desesperación. No está demás imaginar lo que esto puede influir sobre la esfera laboral, social y sentimental de estas mujeres.

Causas del PSAS

Dado que los casos registrados son afortunadamente pocos, no se sabe a profundidad las  causas que lo originan. Se cree que es consecuencia de una irregularidad en los nervios sensoriales o por una malformación arterial-venosa pélvica, cambios vasculares, problemas neurológicos o incluso epilépticos.

Lo que sí se sabe es que afecta más a las mujeres que están atravesando la post-menopausia (de 40/50 años) o aquellas que siguen tratamientos hormonales. Que tiene que ver más que con placer, con el dolor genital y que este Trastorno se entromete de lleno en el día a día. Otro de los principales obstáculos en el abordaje de este síndrome es que no se pueden observar síntomas físicos evidentes, como sí ocurre en los hombres.

Síntomas del Síndrome de Excitación Sexual Persistente (PSAS)

  • La mujer experimenta una excitación física muy intensa que puede permanecer durante extensos períodos de tiempo, algunas veces días o incluso semanas. El orgasmo puede calmar temporalmente los síntomas, pero estos retornan en cuestión de horas. 
  • Son personas que se excitan fácilmente y ante cualquier situación, como por ejemplo viajar en coche o en tren, e incluso las vibraciones de los teléfonos móviles o aparatos eléctricos, el síndrome se puede agravar a tal grado que llega a ser insoportable.
  • Hay debilitamiento. 
  • Dificultad de concentración en las tareas cotidianas. 
  • Recuerda que es importante siempre mantener la mente abierta,  la comunicación y, sobre todo, el respeto en pareja lo cual garantizará nuestra salud sexual.