Quien lo ha padecido lo sabe: con dolor no se puede ser feliz. El enojo o mal humor constante son el rasgo característico de quienes viven con dolor. Y uno de los dolores más comunes –e intensos– es el causado por las hernias de disco y enfermedades de la columna vertebral. Por fortuna, gracias a la medicina regenerativa, hoy día es posible tratar esos males sin recurrir a la cirugía.

Cargar objetos pesados de forma incorrecta, el sobrepeso, el sedentarismo, la deficiencia de colágeno, el tabaquismo, los traumatismos (accidentes, caídas, golpes, etc.) y/o la mala alimentación pueden afectar los discos intervertebrales. Todos estos factores debilitan los discos hasta romperlos, ocasionando así las hernias. Las hernias de disco, a su vez, producen lumbalgia (dolor de la espalda baja), cérvico-braquialgia (dolor y entumecimiento en cuello, manos, hombros y espalda alta) y alteraciones del movimiento.

Es común recurrir a procedimientos quirúrgicos para tratar las hernias. El problema de los métodos invasivos es que, además de conllevar riesgos, no hay ninguna garantía de mejora. Y en el mejor de los casos, la recuperación es prolongada.

La medicina regenerativa, en cambio, logra a menudo que el cuerpo reaccione y se cure a sí mismo sin cirugía, con la aplicación de células madre provenientes del propio paciente y tratamientos de apoyo como la ozonoterapia o la cámara hiperbárica. En conjunto, además, estos tratamientos tienen la ventaja de revitalizar todo el organismo.

Dependerá de la gravedad y urgencia de cada caso particular, pero la cirugía tendría que ser siempre la última opción, no la primera. Nuestro cuerpo nos lo agradecerá.

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5a. Oriente Sur No. 1736 entre 17a. y 18a. Sur a un costado de la Clínica Larrosa, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

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