Aventura, romance, descanso y diversión ofrece el emblemático Puerto de Acapulco, lugar preferido por turistas mexicanos e internacionales para vacacionar.

Qué hacer

En este punto de la geografía nacional no se permite el aburrimiento, ya que Acapulco ofrece deportes extremos, entre los que se encuentran el salto en bungee en la Costera, con el cual se desafía al peligro en un salto al vacío; rafting -descenso en río- en el Río Papagayo, o bien un paseo en lanchas rápidas e incluso subirse a un parachute. Además, en la Zona Diamante se pueden realizar vuelos en pequeñas avionetas o helicópteros saliendo de la playa El Revolcadero.

En el lado este de la bahía se encuentra la Laguna de Tres Palos y Playa Encantada, donde se puede pescar. Uno de los más famosos atractivos de Acapulco es el espectáculo de clavados que se desarrolla en La Quebrada, majestuoso acantilado con agresivo oleaje donde clavadistas se lanzan desafiando al mar.

Ir a ver la puesta del sol en Pie de la Cuesta, tomarse un coctel o una paella en el lobby de El Cano, tomar una lancha en la laguna de Coyuca o ir a pasar el día a Barra Vieja. Sobre todo, evitar la escandalosa costera Miguel Alemán y sus agringados bares y restaurantes.

Otras playas populares son Icacos, Del Morro, Hornitos y La Condesa, famosas por sus olas ideales para practicar el buceo, el esquí, la navegación en vela o el surf.

Qué comer

La gastronomía de Acapulco es exquisita, compuesta por una amplia variedad de platos, ideales para degustar al visitar los encantadores y acogedores bares y restaurantes que ofrecen cartas compuestas por las comidas típicas de Acapulco más deliciosas.

Las comidas más consumidas de Acapulco por lugareños y turistas son: el ceviche y el pozole, dos platillos de Acapulco muy populares, sin dejar de mencionar los tentadores pulpos en su tinta, camarones al mojo de ajo, campechanas, preparadas con cayo de hacha y almeja, camarón, jaiba y pulpo, sopa de mariscos y pescado relleno de lechón y la barbacoa de chivo, acompañados por bebidas como la tuba, tepache, chilate, y aguas preparadas con frutas de la región.

Además, los dulces típicos son las mejores propuestas a la hora del postre, siendo posible degustar dulces de coco y pulpa de tamarindo.

Fue el primer destino turístico de México y la primera playa tropical de Norteamérica

Otras comidas típicas de Acapulco muy consumidas son: las picaditas de Puerto Marqués, elaboradas con tortilla de maíz, manteca caliente y salsa de chiles serranos; la pellizcada, en versión acapulqueña, la cual consiste en tortilla rellena con pescado, aceitunas y especias; el tamal de pescado con hierba santa; el arroz blanco o morisqueta, el pozole blanco o verde al estilo guerrero y el dulce de coco. Para acompañar estos manjares está la petaquilla, en base de mezcal y el concentrado de uvas silvestres de la región; la tuba en base de coco y el chilate.

La cocina de Acapulco es verdaderamente deliciosa, es indispensable visitar los bares y restaurantes de la región y disfrutar de los mejores almuerzos y cenas. Todos los restaurantes de la Carretera Escénica tienen brisas y vistas hermosas, pero casi todos cobran más de lo debido por una comida bastante regular. El más solicitado es el Madeiras, unos de los pioneros, que sirven cada noche un menú de cuatro tiempos.

El mejor clima suele ser el de invierno.

Como llegar: Desde la Ciudad de México, la controvertida Autopista del Sol es de todas formas el medio más eficaz de llegar, en ocasiones en menos de cuatro horas. Deténgase en el segundo puente, el Mezcala-Solidaridad, para apreciar su extraordinaria ingeniería en un profundo despeñadero y comprar artesanías de madera tallada.

Disfrutar la puesta del sol desde algún cerro de la bahía. Eso no ha cambiado desde que Agustín Lara le compuso a Acapulco y a María Félix su canción.