Rosas, claveles, margaritas, siempre las mismas flores para regalar, si quieres impresionar a alguien especial en un día especial sé un poco más ingenioso y prueba con alguna flor exótica.

La flor del cadáver,  Amorphophallus titanum, es la flor más grande del mundo, llega a medir más de dos metros de alto y uno de diámetro. Produce un olor a carne en estado de descomposición, vive hasta cuarenta años, durante los cuales sólo florece tres o cuatro veces. La segunda en el ranking es la Rafflesia arnoldii, llega a pesar poco más de once kilos y a medir un metro de diámetro. Además de producir un olor fétido emite calor, tarda en florecer varios años y sus pétalos permanecen abiertos por escasos cinco o siete días.

Las flores que definitivamente Homero Adams regalaba a Morticia son la Dracunculus vulgaris y la  Tacca chantrieri. La primera, también conocida como dragoneta, llega a medir entre veinte centímetros de largo y treinta de ancho, es de tonos rojos y púrpuras que le dan una belleza exótica, sin embargo hay que tener cuidado con ella, sus bayas son altamente venenosas. La segunda con su aspecto sepulcral se ha ganado los nombres de flor murciélago o flor del diablo, mide entre quince y veinte centímetros de diámetro, de ella penden unos largos bigotes, su color va del púrpura intenso al negro, toda una rareza ¿no?

La flor del cadáver más grande fue presentada por la universidad de Bonn en Alemania, midió 2.74 m de altura.

Si prefieres regalar algo más intenso qué tal una Venus atrapamoscas, si pensabas que las plantas carnívoras sólo existen en las películas de ciencia ficción o en el mundo de Mario Bross, estabas equivocado. Sus delicadas flores blancas no son lo más excepcional en ella, sino sus hojas que cuentan con unas delgadas cerdas sensibles al tacto, cuando un insecto las roza más de una vez, se cierran atrapando a su presa.

Ok, ya sabemos que estas flores no son opciones para regalar, pero puedes probar con las flores de loto, aves del paraíso, tulipanes y orquídeas.