¿Soy, me parezco o pertenezco?

Los estereotipos están basados en prejuicios, racismo y exclusión, y en unos pocos elementos que no demuestran la verdad de la realidad de las personas

Cuando un elemento como la raza, posición económica, vestimenta, leguaje, habilidades, defectos, entre otros, es típico o característico de una persona o grupo decimos que es representativo de éste. Cuando unos pocos símbolos se presentan continuamente como algo típico de un grupo, empezamos a crear estereotipos. Los estereotipos son la unión reducida de elementos que “caracterizan” a un grupo y se generaliza a todos sus integrantes. Parecen naturales porque casi todas las personas tienen los mismos referentes de él.

Originalmente un estereotipo era una impresión tomada de un molde o plancha de plomo, que sustituyó a la forma de impresión de letras sueltas. El impresor francés Fermín Didot perfeccionó el sistema de impresión por planchas cambiando el antiguo material de yeso por plomo, asiéndolo más efectivo. Didot patenta sus desarrollos del estereotipo, y a partir de esta innovación surge una metáfora sobre un grupo de ideas preestablecidas que se podían llevar de un lugar a otro sin cambios, como era posible hacerlo con el tipo portátil de impresión metálica.

Los estereotipos usan una pequeña selección de elementos de la realidad de los grupos y la generalizan olvidándose de que los individuos somos únicos. En el siglo XX los medios de comunicación como la Tv toman la interpretación social de los grupos, y refuerzan éstas ideas generales de la sociedad, también ayudan a definir los estereotipos a través de imágenes. Por lo regular estas interpretaciones de grupos son calificativos de tipo negativo. Como los estereotipos contienen ingredientes de la realidad las personas los aceptan como verdad y se difunden poco a poco hasta convertirse en algo común. Éstos se convierten en un modo natural de pensar, de hablar y de bromear acerca de grupos sociales reales como las mujeres, los cholos, negros, entre muchos otros. ¿Quién no ha oído la frase “mujer al volante peligro constante”?, no creo que todas las damas estén de acuerdo; “cuando se es joven se comete muchas tonterías”, como joven no creo que esto sea del todo cierto;  o cuando se cuestiona la capacidad intelectual de una mujer por ser rubia; también cuando se asegura que una persona de raza negra es buena para el deporte por el simple hecho de ser negro. En los oficios y profesiones también hay estereotipos, cuando una mujer dice: “todos los colectiveros son unos mujeriegos”, o cuando un señor opina: “los abogados estudian Derecho, para ejercer chueco”, “si un médico no tiene bata blanca es porque es muy sucio”.

Los estereotipos se encuentran en toda porción de la sociedad que elige sus distintivos externos (la forma de vestir y  de peinarse, los adornos que usa, su forma de hablar, la música que escucha y baila, entre otros) para representar los valores internos de un grupo al que pertenece o quiere pertenecer. El “joven que está en busca de su propia identidad, retoma los valores manifestados por los estereotipos propios de ese grupo y los hace suyos”. Existen una gran variedad de grupos urbanos estereotipados como los skates, emos, punks, cholos, fresas, darks, hiphoperos, reguetoneros, hippies, góticos, rastafaris, otakus, y otras. En algunos individuos estos estereotipos son pasajeros, las personas maduran y van encontrando su propia personalidad condicionada por su origen familiar y su contexto sociocultural. Otros sujetos hacen de estos estereotipos un estilo de vida.

Los estereotipos son tomados con fines mercantiles por la publicidad, que nos ofrecen rasgos físicos y psicológicos de algunas personas, presentándolos como modelos a seguir y utilizándolos para introducir productos, ideas, conductas y hábitos de consumo. La Tv y el Cine logran su éxito a través de mensajes indirectos que nos envían y es por este medio donde nos inyectan las tendencias que desean que sigamos. Las tendencias de la moda y los fines comerciales son los que definen el estereotipo visual, y traen consigo una ideología envuelta en nuevos estilos de ropa, adornos, modales, vocabularios, avances tecnológicos que son retomados por las nuevas generaciones.

Hay personas que siguen estereotipos impuestos principalmente por la televisión: quieren ser delgadas, tener el mejor coche, el celular de más novedoso, etc. Hacen de los estereotipos una forma de vida que hay que mantener. Por ejemplo costear un estilo de vida “fresa” genera un gasto económico que en algunas ocasiones los individuos no pueden cubrir, porque hay que tener carro del año, el aparato electrónico de mayor “calidad” y tecnología (celular, computadora, televisión, tableta electrónica, reproductor de música), la ropa que esté de moda, en fin, todos los elementos estereotipados que la televisión impone con la finalidad de vender.  Las personas se convierten en lo que todos quieren ver de ellos y se olvidan de la esencia de su persona.

Los medios de comunicación muestran a la mujer y al hombre “perfecto” que toda persona desearía tener y convertirse. La Tv dice: si no eres delgado no eres bonito, y si no eres bonito no eres feliz. Entonces queremos parecernos a los modelos que los medios de comunicación pagan, pero si nuestra complexión física, color de piel, origen étnico, no se asemeja al modelo, nos frustramos. La globalización y el consumismo también interviene un nuestra vida diaria, siempre queremos adquirir lo que los demás tienen y nunca estamos a gusto con lo que poseemos.

Los estereotipos están basados en prejuicios, racismo y exclusión, y en unos pocos elementos que no demuestran la verdad de la realidad de las personas. La publicidad crea estereotipos con lo que muestra y discrimina con lo que excluye. Si pretendemos seguir un estereotipo, éste debe cumplir con lo que nosotros en realidad buscamos. Hay que querernos y aceptarnos como somos, ser nosotros mismos y  no lo que los demás quieren que seamos, lo que somos encaja mejor que lo que pretendemos ser. Debemos conseguir los que queremos y no lo que las empresas quieren que consigamos.

Ser único es ser tú. 

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