PSICOLOGÍA
Nadie hasta hoy se ha puesto de acuerdo en qué es ni cómo alcanzarla. De cualquier modo, quisimos hacer un repaso de lo dicho acerca de un concepto tan complicado y, al mismo tiempo, tan querido para el ser humano: la felicidad. Saca tú tus propias conclusiones.
Hedonismo. Epicuro se preguntó qué es lo que mueve a los humanos a obrar. Y respondió: el placer (intelectual, emocional, físico).
Eudemonismo. Pero Aristóteles pensó que ese Epicuro estaba más perdido que un perro en el periférico. Los bienes externos, dijo, son sólo medios que pueden acercarnos más a la felicidad, pero no son la felicidad misma, que consiste en la autorrealización.
Pirámide de Maslow. Una persona que carezca de lo básico (salud, casa, comida, empleo, seguridad, amor, confianza), simplemente no tiene modo de acceder a la felicidad: la autorrealización: una libertad y satisfacción continua en el acto mismo de crear, adaptar y hallar soluciones.
New Thought. Un mismo hecho puede es percibido distinto por personas diferentes, dependiendo de cómo decidan ver las cosas. Eso no quiere decir que puedas imbuirte el estado de felicidad así nomás, sino que con algo de trabajo es posible enfocando la realidad de forma positiva, para estimular tu sistema límbico y que un buen día éste informe a tu consciencia algo así como: “¡hey, nos sentimos bien!”.
El chico malo (Nietzsche). Si buscas o no la felicidad, es irrelevante. Puedes no buscarla y aun así vivir con dicha. Y viceversa. No obstante, la felicidad es posible cuando surge de las leyes propias del individuo, y será proporcional a su “tamaño”. Personas pequeñas (que siguen las doctrinas de otros) sólo tendrán felicidades pequeñas.
Consumismo. Conoces el chiste: “la felicidad está en las pequeñas cosas: una pequeña mansión, un pequeño yate…”. Pero si aun así no te sientes feliz, piensa con seriedad en el sarcasmo de Jerry Seinfeld: “si tus cosas no te hacen feliz, es que no estás comprando las cosas correctas”.
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