FAMILIA

Hacer la tarea:  responsabilidad con diversión

Calvario o muchas veces pesadilla, la tarea se ha convertido en una responsabilidad a la que los pequeñines huyen o buscan evitar a toda costa. Los pretextos no faltan a la hora de entregar resultados en clase: “se la comió el  perro”, “la olvidé en casa”, “no me acordé, “¿Dejó tarea, profe?”, y así las excusas se multiplican, algunas más creativas que otras, pero al final la labor de aprendizaje se ve un tanto afectada o de alguna manera los temas vistos quedan en duda. Ayudar a tu hijo/a con la tarea puede hacer de ésta una actividad sumamente provechosa, ya que además de que él o ella ponen en práctica lo que estudió en el día, fortaleces la relación y comunicación entre ambos. Ahora bien,  los trabajos escolares puede tener sus complicaciones, algunos consejos que pueden ayudarte son:

A) Establezcan entre los dos un horario para el trabajo, procura que éste no sea en la noche para no obstaculizar el descanso.

B) Elijan ambos un bonito espacio para estudiar, alejado de distracciones, iluminado y donde puedan conversar y trabajar a gusto.

C) No hagas de esto una actividad aburrida o de constantes regaños, si esto ocurre en lugar de ayudar a tu hijo lo perjudicas. Busca métodos divertidos, recuerda que el juego es una gran camino para el aprendizaje.

D) Ayuda pero no hagas las cosas por él o ella, deja que cometa errores, que busque soluciones, que elija sus propios caminos y que de una respuesta a sus propias preguntas. De esta manera los dos aprenderán mucho de sí mismos,  se conocerán mejor y el vínculo se fortalecerá.

Nunca olvides que tú eres su ejemplo a seguir y que tus actos lo guían a través de la vida y sus responsabilidades. Acompáñalo, también tú eres su maestro/a.