El lado anormal de la literatura

Los personajes de Haruki Murakami están orgullosos de ser lo que son, fenómenos. Cuando se lee a este famosísimo escritor Japonés se habita entre seres fuera de lo normal. Se entra a una dimensión por la cual lo normal se desdobla en varios mundos.

“Una muchacha desea fuertemente a una amiga suya, al no poder tenerla, entra en shock. la amiga se despierta en la madrugada al sentir una presencia, en la esquina de su cuarto y acurrucada yace la muchacha en trance”. El dolor del cuerpo cuando no tiene el objeto del deseo.  “Una joven con ganas de ser escritora se pasa horas frente a su maquina de escribir fumando cigarrillos para no producir nada. Llama en la madrugada a su mejor amigo desde la cabina telefónica de un parque y platica por horas”.

Los personajes de este escritor son insectos trasnochados, confundidos, pero felices de serlo.

En after dark  uno se encuentra con personas que viven de noche, destinos que se cruzan y uno no puede creer la maravilla y lo interesante que es una ciudad en esas horas que destinamos al sueño. ¿Pasarán cosas parecidas en mi ciudad?.

Se devora a Murakami rapidísimo, pero se queda insatisfecho, siempre queriendo más. Hombres y mujeres desparpajados y descuidados se suceden en lugares en donde se funde la música, la prostitución y el amor. Todos los textos contienen además un rasgo oscuro, tétrico, macabro.  Personas que quedan atrapadas en sus sueños, en celdas dignas de películas gore.  Alguién entra a un baño publico y se lava la cara, sale sin darse cuenta que su reflejo ha quedado en el espejo y sigue contemplando desde el otro lado. Escenas que pareciesen tomadas de películas de horror Japonés. De pocos escritores se disfrutan cada uno de sus capítulos, Murakami es uno, por la oscura amenidad de sus novelas.

¿Qué leer?:

After Dark; Sputnik, mi amor; Kafka en la orilla.