La barba se ha dado a conocer a través de los años como un elemento masculino que apela a la virilidad y a cierto sentido de fortaleza y madurez, quien la porta sabe que de alguna manera su rostro tendrá un determinado efecto en los otros, esto debido a que muchas personas ven esto como un atractivo irresistible, ese montón de pelos en el rostro pueden ser un amuleto de buena suerte, un imán en los bares o en los centros nocturnos. Pero derrumbando algunos mitos y siendo más objetivos, ¿realmente la barba es todo lo se dice de ella? Según el diario El Tiempo hombres y mujeres prefieren a tipos barbados que a lampiños, aunque este dato no es determinante dado que si una persona no cuenta con cierto corte y cuidado o con una buena presentación y vestimenta, en realidad la barba puede restar puntos más que sumarlos. Ahora bien, si existe un lugar sumamente propenso para ser un nido de bacterias es nada menos que la barba; así es, tu rostro de repente puede convertirse en la parte menos limpia de tu cuerpo. Por otro lado a la hora de los besos la barba no suele ser siempre una experiencia grata para la pareja, esto se debe al roce con la piel, lo cual a veces genera urticaria o simple incomodidad.
Hoy este look rebelde acompañado de tatuajes, gafas, sombreros, sacos, pantalones de mezclilla, botas y cigarro en mano se ha convertido más en un cliché que en algo realmente original u honesto, pero aún así hay quienes lo encuentran sumamente atractivo. Vaya que la barba puede ser la zapatilla cristal a la hora de las fiesta y sin embargo, en el momento de seducción, el encanto puede romperse en cualquier instante. Otro detalles es que según algunos estudios médicos los hombres barbados suelen ser más propensos a la calvicie, he aquí un dato que los lampiños no envidiarían.
A pesar de todo, la barba es en estos días, y quizá durante mucho tiempo venidero, un detalle sumamente atrayente, pero si no tienes el cuidado necesario puede ser un arma de dos filos. Y tú, ¿cómo prefieres a tu pareja?
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