La contaminación del ambiente es un mal que nos afecta a todos, y que se traduce en menores concentraciones de oxígeno.
El oxígeno es un gas que las células del cuerpo necesitan para funcionar apropiadamente. El aire que respiramos tiene normalmente un 21% de él.
La falta de oxígeno en nuestro organismo desencadena una serie de consecuencias que no debemos pasar por alto. Entre ellas hay que destacar la insuficiencia cardiaca, hinchazón de pies, mal funcionamiento del hígado, del intestino, disminución de la actividad cerebral. Por ello es importante que dotemos al organismo del oxígeno necesario para poder realizar correctamente las funciones básicas y mantener una correcta salud.
Los japoneses fueron los primeros en aspirar oxígeno como tratamiento relajante o preventivo, en los años 40. Después el concepto “Oxígeno-Wellness” pasó a Estados Unidos y a Europa.
La oxigenoterapia es un tratamiento utilizado en la actualidad debido a los grandes beneficios que produce en el organismo de las personas que la practican.
Está basada en la administración de oxígeno a mayores concentraciones de las que se pueden encontrar en el aire que inhalamos.
Beneficios de la Oxigenoterapia:
- Ayudará a mejorar la concentración
- Aumentará la energía del cuerpo
- Incrementará la resistencia y aumentará la recuperación tras una actividad deportiva
- Ayudará a evitar las situaciones de estrés
- Mejor funcionamiento de órganos como el corazón y los pulmones
- Contribuye a acelerar el metabolismo en todas las células del organismo
Beneficios de la Oxigenoterapia en la estética:
- Retrasa el envejecimiento.
- Activa al sistema linfático.
- Reduce la celulitis estimulando la tonicidad y firmeza de la piel.
- Oxida las bacterias y ayuda a combatir el acné.
- Controla la psoriasis y dermatitis atópica.
- Estimula la producción de colágeno.
- Reducción de los poros.
- Suavizamiento de las manchas.
- Estimulación de la microcirculación.
- Mejora de las fibras elásticas.
- Activación del sistema inmunológico.
La oxigenoterapia en la estética:
Una de las razones principales del envejecimiento es el fracaso de los sistemas enzimáticos que son responsables en el organismo de la captación y utilización de oxígeno. Cuando las células no reciben suficiente oxígeno, se degeneran y mueren. La falta de movilidad, las infecciones y las toxinas empeoran el estado del oxígeno y este empeoramiento produce la enfermedad. Esta degeneración se relaciona especialmente en la vejez.
La sangre es el portador líquido del oxígeno, llevando éste a todas las partes del cuerpo para abastecer a sus sistemas, estimulando así sus reacciones químicas y liberando el cuerpo de las toxinas y otros agentes nocivos. La piel, como órgano de mayor extensión del organismo, cuenta con una buena irrigación sanguínea. Con la edad, el oxígeno disminuye su presencia en la piel, sobre todo, en la del rostro, que es la que sufre una mayor bajada de los niveles en las células.
La Oxigenoterapia es uno de los tratamientos más vanguardistas que podemos encontrar en los centros de estética. Sus aplicaciones han sido estudiadas por investigadores con resultados altamente positivos. Los científicos han demostrado durante años que sirve no sólo para tratar las arrugas del rostro, basada en la acción del poder antioxidante del oxígeno, sino como terapia médica oxigenada.
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