La ciudad, sin árboles
La ciudad, sin árboles
COMUNIDAD
Hay quienes todavía recuerdan a la vieja ciudad. Cuando la gente iba a nadar a las pozas por el rumbo del Magueyito, de Cerro Hueco o del Jardín Botánico (donde hubo manatíes, por cierto). Cuando los árboles crecían incluso fuera de los patios: en camellones y banquetas, y prestaban a Tuxtla sus servicios: regulación de la temperatura ambiente, retención de agua y un suelo rico y firme, por ejemplo.
Hoy nada de eso existe ya. O casi.
La ausencia de políticas públicas, la pobre visión de sucesivas administraciones municipales, la avaricia de […]