Espionaje, donde los secretos y la muerte son sinónimos
En la vida de un espía nada es normal, hechos tan simples pueden contener datos que ponen en riesgo o le ayudan a cumplir su misión: Un ciclista reparando la cadena de su bicicleta, ¿un accidente o una señal para entrar en acción?; la señora que pasea a sus perros, ¿rutina o estudia al enemigo?; trabajadores arreglando las líneas telefónicas, ¿las compondrán o las intervendrán?.
Son pocos los reclutas en el mundo que pueden combinar todas las cualidades necesarias para llegar a ser un espía: carismático, inteligente, audaz, perceptivo, sigiloso, seductor, con memoria casi fotográfica y capaz de infiltrarse entre el […]