En la película “Mad Max” (1979), de George Miller, distintas pandillas de forajidos rondan en las carreteras de un mundo postapocalíptico en donde lo más preciado es nada menos que la gasolina, la cual aparte de cumplir su función de combustible, también manifiesta un rango de poder. La historia de Miller es simple ficción, pero algo que es indudable es que el acceso a la gasolina como a otras fuentes de energía se ha vuelto cada vez más complicado debido a los precios. Es aquí donde las variantes, el ingenio y más que nada la naturaleza, nos proporcionan otras alternativas. Hablemos, pues, de las energías renovables, aquellas que provienen de fuentes naturales virtualmente inagotables, aunque ya sabemos el término inagotable es sumamente relativo. Entre estos tipos de energía podemos encontrar: la solar, la geotérmica, la eólica, la mareomotriz, la undimotríz, etc. Actualmente, dado los problemas con el cambio climático y la capa de ozono, se ha buscado e intensificado las investigaciones y las prácticas para generar energía de otros medios que no sean las fuentes fósiles.
Según el Primer Reporte de Avances de Energías limpias de la Secretaría de Energía, durante el primer semestre del año pasado, México generó el 19.68% de su energía eléctrica con fuentes limpias y ha tratado, en diferentes planos, acceder y generar proyectos en donde se aborden otras fuentes como la construcción de una planta geotérmica en Michoacán, llamada “Azufres III”, así como la inauguración de la planta fotovoltaica “Aura Solar I” en Baja California Sur, que, según un artículo del portal de la revista Forbes, es la más grande de América Latina. Y así, en distintos puntos, el país está intentando generar otros caminos en el plano energético. Además de la renovación de recursos y la reducción de contaminantes, estamos hablando de energías al alcance de cualquier bolsillo. Energía para todos y libre acceso a ella, esto se plantea desde los acuerdos con las Naciones Unidas; sin embargo esto apenas está asomándose en la mirada de las familias. Buscar nuevas alternativas para generar energía no es cuestión de modas o gustos, es un asunto de ver al presente. Según la Agencia de Recursos Renovables México podría generar para el 2030 hasta el 46% de su electricidad a través de fuentes renovables. El futuro al parecer nos reta a mirar a la propia naturaleza.
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