Todos tenemos algo que queremos cambiar en nuestras vidas y no hay mejor excusa que el Año Nuevo, nos entusiasma pensar que Año Nuevo es igual a vida nueva, pero ¿qué tan en serio nos lo tomamos?

FUERZA DE VOLUNTAD

Según las estadísticas nueve de cada diez propósitos no se cumplen; para la primera semana del año el 25% de las personas ya tiró la toalla; para finalizar el año sólo el 8% sigue insistente.

NO BASTA CON COLGARLO EN EL ARBOLITO

Uno de los grandes problemas por los que no se cumplen nuestros propósitos es porque dejamos nuestra cartita de año nuevo en algún rincón de nuestra casa que, casualmente, no volvemos a ver en los siguientes 365 días. Por ello es recomendable que los escribas en un lugar visible, para que sea un recordatorio constante.

GANARTE LA LOTERÍA NO CUENTA

No confundas los propósitos con deseos, muchos se proponen cosas que no están a su alcance. No es lo mismo proponerse “viajar mucho” a “ahorrar y planificar un viaje”.

A BAJAR LA PANCITA

Después de todo lo que comemos en las fiestas decembrinas es normal que en los ratings de propósitos lo primero que aparece es “bajar de peso”. El problema es que muchos sólo esperan a sentirse menos empanzonados para pensar que ya cumplieron.

SÓLO POR HOY

La convivencia con la familia, las luces navideñas y los villancicos muchas veces sacan lo mejor de nosotros, por eso deseamos ser mejores personas el año próximo, sin embargo, conforme regresamos al trabajo y al tráfico de todos los días, nuestro angelito se va diluyendo. Por eso mejor aplica el plan de “24 horas” y levántate diciendo todos los días “sólo por hoy seré mejor persona”.

ENTONCES NO SE PUEDE

Desde que elaboran sus propósitos de año nuevo un 78% de las personas ya están derrotadas, pues tienden a pensar cosas como “y si no puedo”, “por lo menos lo haré en las primeras semanas”..