RETO | Anatomía de un estornudo
Mira todo lo que ocurre cada vez que dices ¡aaaaachúúú!
La causa
La irritación de las células del interior de la nariz, a causa de diversos factores: resfriado, humo, polvo, aire frío o, incluso, la luz del sol.
Inhalación
Apenas sentimos el impulso de estornudar, inhalamos cerca de 2 1/2 litros de aire.
Presión
El diafragma es empujado por los músculos abdominales. Ello aumenta la presión en los pulmones.
Achú
El aire sale disparado a una velocidad que puede ir de 50 a 150 km/h. La saliva puede llegar a cubrir un área de 7 m2. Sin embargo, las gotas de mucosa pueden viajar mucho más lejos.
Ojos cerrados
Cerramos los ojos para contrarrestar la presión ocular generada por el aire expulsado de forma tan violenta.
Cabezazo
Es casi imposible estornudar sin adelantar la cabeza.
¿Y durante el sueño?
Es prácticamente imposible que estornudes mientras duermes. La sensación de irritación debe llegar al cerebro para que éste dé la orden de estornudar. Al dormir, la actividad del reflejo se desactiva, por lo que es casi imposible reaccionar.
¡Salud!
Según la Wikipedia, la costumbre de exclamar “¡salud!” tras un estornudo comenzó hacia el año 590. Para combatir la peste, el papa Gregorio Magno ordenó (entre otras cosas) que quien estornudara debía ser inmediatamente denunciado con la exclamación “¡salud!”, que funcionaba como una oración para bendecir el lugar y evitar el desarrollo de la peste, pero que también estigmatizaba a al estornudador como portador de la desconocida enfermedad.
En algunos países, la exclamación se sustituyó por “Jesús” o “Bless you” ([Dios] te bendiga). Y con el tiempo, pasó a ser considerada una cortesía.
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