La clamidia es una de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) más comunes en nuestro país, siendo principalmente afectadas las mujeres, es causada por una bacteria que puede infectar la vagina, cuello del útero, las trompas de falopio, el ano y la uretra. Se transmite por medio de relaciones sexuales vaginales, anales y orales sin protección. Una mujer infectada con clamidia puede pasar la infección a su bebe durante el parto. La clamidia no se puede transmitir besándose, compartiendo ropa, a través de asientos de inodoro, sábanas, piscinas o cubiertos.

Por lo general, un 70% de las mujeres con clamidia no tienen ningún síntoma, causa por la cual el riesgo de que esta infección ataque severamente los órganos reproductivos es mayor. Cuando se tiene síntomas, estos normalmente aparecen de una a tres semanas después de haberse infectado.

Los síntomas de la clamidia pueden ser:

  • Dolor en el abdomen.
  • Secreción vaginal.
  • Sangrado entre periodos menstruales.
  • Sangrado vaginal después de tener relaciones sexuales.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.
  • Dolor, picazón, sangrado o secreción de mucosidad del recto.
  • Sensación de orinar más de lo habitual.
  • Fiebre.

Estos síntomas son muy similares a los de otros tipos de ITS.

Si la clamidia no se trata puede causar serios problemas de salud. Además de causar dolor en la parte baja del abdomen, esta infección se puede extender a las trompas de falopio o los ovarios, causando así enfermedad inflamatoria pélvica e infertilidad o embarazo ectópico.

Para diagnosticar la clamidia en mujeres, se recomienda realizarse un examen pélvico (papanicolaou) periódicamente para poder diagnosticar ésta y otras ITS, ya que la mayoría de éstas son fáciles de tratar y de curar. Es importante recibir un tratamiento temprano para que no ocurran problemas más serios de salud. Ambos compañeros de relaciones sexuales deben tratarse al mismo tiempo para no volverse a infectar, de lo contrario el tratamiento no funcionará.