Cuando pensamos en África nos vienen a la cabeza muchas imágenes. Probablemente estás imágenes corresponderán a siluetas de elefantes, leones, jirafas, rinocerontes o cualquiera de estos míticos animales.

Tanzania, el país más grande de África Oriental, está situado en la costa Este del continente africano. La gran mayoría del terreno es semidesértico y en sus inmensas llanuras los amantes de los animales pueden disfrutar de su sorprendente fauna, para la observación de la vida salvaje. Parques famosos como el Serengeti, Selous,  Tarangire, hacen que merezca la pena descansar de las monótonas ciudades.

El clima de Tanzania es variado, con predominancia del tropical, cálido y húmedo. La temperatura media del país se sitúa en 26.7ºC. En las zonas más altas las lluvias son más abundantes que en las secas tierras bajas.

El mejor lugar para admirar los animales de la sabana es por supuesto el parque nacional de Serengeti –llanura sin fin-.  Posee unas inmensas praderas, bosques de acacias, miles de animales que deambulan en busca de alimento, un aire puro inigualable y es probable, la mejor puesta de sol de todo África. Lo más impresionante de este parque es la gran migración de ñus que se da cuando estos atraviesan el  río Mara y son acosados por los cocodrilos, un espectáculo impresionante. Pero no hay que olvidar que también podremos ver leones con melena negra, búfalos, jirafas, impalas, gatopardos, buitres, cabras e incluso hipopótamos.

La mejor manera de descubrir Sarengeti es en un safari, una experiencia inolvidable en el centro de los 14.750 km2 del parque y también se puede conocer Serengeti desde el aire, en un asombroso vuelo en globo aerostático. Se puede realizar actividades como trekking de compromiso.

Selous, considerada una de las reservas más grandes del mundo, su extensión es igual a la de la República de Irlanda, siendo la mayor reserva salvaje de fauna y flora de toda África. Su nombre se debe al explorador británico Frederick Courteney Selous, el cual falleció en estas tierras durante la Primera Guerra Mundial.

El recorrido transcurre por una pista sin asfaltar que atraviesan pequeños poblados de un encanto turbador. Un tercio de su camaleónico paisaje está cubierto de bosque de miombo pero también podemos encontrar llanuras y sabana. Su columna vertebral es el río Rufigi, que atraviesa toda la reserva, y cuyas aguas caudalosas permiten realizar safaris en barca por el río, una experiencia inolvidable, incluso es posible observar hipopótamos y cocodrilos. O abordo de una 4×4 se puede disfrutar de un paseo hasta llegar a una zona denominada “maji moto” (agua caliente). Cuenta la leyenda que si te bañas o te mojas en estas aguas tendrás buena suerte y ahuyentarás a los malos espíritus.

Viajar a Tanzania representa un verdadero viaje hacia los origenes de la humanidad.

Selous está dividido en cuatro zonas:

Oeste, Sur y Este: zonas de mayor actividad de turismo de caza.

Norte: zona fronteriza con el Parque Nacional de Mikumi, donde se ubican las zonas de acampar y se realizan safaris, jornadas de pesca, y excursiones a pie con guía.

Tarangire

Situado en el Norte de Tanzania, es un Parque muy extenso, de aproximadamente unos 2.600 km². Sin embargo por lo general tan solo se visita la mitad Norte, ya que la mitad Sur es muy pantanosa y apenas hay pistas. El ecosistema de este Parque lo marca el río Tarangire, que lo cruza de Norte a Sur. La abundancia de agua  hace que en la época seca atraiga a muchos animales de las zonas circundantes como las Reservas de Caza de Mto wa Mbu y Simanjiro. Se produce una pequeña migración, no tan grande como la del ecosistema Serengeti-Mara pero que hace que entre agosto a noviembre sean los meses más atractivos para visitar el Tarangire.

Si algo destaca de este Parque es la abundancia de elefantes. Además al ser tierras bajas y por tanto más calurosas, es posible ver leones descansando en las ramas de los árboles, algo que no es frecuente en la mayor parte de África. Además de jirafas, búfalos, leopardos, guepardos, impalas, cebras y otras especies habituales; abundan esos preciosos árboles, que parecen de cuento, llamados baobabs. El boab es usado en la obra  El Principito, de Saint-Exupéry.

La gastronomía Tanzana se caracteriza de carne. Las preparaciones suelen ser sencillas con el fin de que destaque la frescura de los productos utilizados.

Uno de los platos más típicos es el nyama choma, (barbacoa de carne variada a la parrilla). Quienes buscan probar carnes exóticas, podrán saborear el exquisito sabor de los filetes de búfalo, ñu o antílope. Si hay preferencia por carnes más tradicionales, se pueden pedir platos de cordero, de vaca o de pollo.

Las ensaladas se suelen elaborar con frutas tropicales: mango, papaya, coco, plátano y piña. También se utilizan estas mismas frutas pero cocinadas como acompañamiento de la carne.

Para acompañar las comidas se suele tomar la cerveza nacional, la Safari Leger, y los vinos tanzanos como el Dodoma Pink, rosado y el Dodoma Red, tinto. Todas las bebidas que se ofrecen son nacionales y entre ellas está el licor del país conocido como Kibgayi, una mezcla muy fuerte de ginebra y vodka.

La experiencia se completa durmiendo en los campings, lodges (al aire libre) y campamentos de lujo sirven de alojamiento en los parques, algunos de ellos móviles para seguir las concentraciones de animales que en cada época se desplazan por sus diferentes zonas. Los precios son acordes. Por la noche la tradición es sentarse junto al fuego a conversar, antes de una suculenta cena para cerrar el día, se convierte en todo una aventura.

Con un todoterreno de alquiler (o el propio), aunque los precios son ridículamente caros.  Y también contratar, con un costo aproximado 650.000TZS (Chelines tanzanos) $8,100 pesos y la mayoría de los safaris incluyen: 4 días y 3, alojamiento en tiendas de campaña, safari, desayunos, comidas y cenas, y agua.