DEPORTES EXTREMOS
Descender por una cuesta a casi 100 km/h , las manos sudan un poco, la vista fija como un depredador, el cuerpo busca equilibrio en la superficie de una tabla, el viento pasa y golpea los brazos, las piernas, el camino es empinado, la sensación es parecida a volar.
Deporte para aventureros y corazones intrépidos, el #longboard se ha dado a conocer en diferentes partes de México y hoy, para quienes lo practican, es considerado algo más que un pasatiempo, es todo un reto que implica decisión y disciplina.
En una entrevista, Nery Mendoza, joven arquitecta de origen chiapaneco y practicante de #longboard, nos habla un poco sobre su experiencia en esta disciplina de la velocidad y el vértigo:
¿Cómo fue que comenzaste a practicar longboard?
Siempre me gustaron los deportes extremos, antes del #longobard practicaba hockey in line, por motivos de tiempo tuve que dejarlo y decidí comenzar a patinar. Ya conocía el deporte por algunos conocidos y me llamaba la atención, solo que aún no me animaba porque tenía que entrenar frecuentemente hockey, pero en cuanto tuve la oportunidad no lo pensé mucho y adquirí una tabla para comenzar a patinar.
¿Qué es lo primero que viene a tu mente cuando estás patinando?
Al principio no pienso en nada, me concentro completamente para poder hacer lo que tenga que hacer. En cuanto sé que tengo control sobre la velocidad que llevo, pienso que esto lo quiero hacer por siempre.
¿Cuáles han sido las principales dificultades con las que has tenido que lidiar en tu camino por el longboard?
Creo que las principales son la falta de tiempo para practicar y las lesiones. Desde que empecé a patinar comencé a trabajar como arquitecta, por lo tanto no puedo patinar tanto como quisiera. Respecto a las lesiones, es más difícil cuando tienes que presentarte a trabajar al día siguiente y te has raspado muy feo alguna parte del cuerpo o incluso alguna fractura o golpe fuerte.
¿Qué recomendaciones le darías a quien quiere aventurarse a practicar este deporte?
Al principio es difícil tomarle el gusto porque te caes y lastimas, además con el tiempo cuando intentas cosas nuevas pasa lo mismo, pero la satisfacción de poder hacer un truco bien después de tanto practicar no se compara con nada, es como volar. Hay que ser pacientes, valientes, comprometidos para poder patinar y disfrutarlo. No hay alegría mas bonita que la que te pueda dar una tabla con 4 ruedas.
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