CONFERENCIA TED

La arquitecta Fellow Aziza decidió rescatar un río de la contaminación. Tras 20 años de esfuerzo (no tres ni seis años), el río ha empezado a recobrar su antigua gloria. Quién sabe, tal vez existen por ahí otras ciudades que puedan retomar su ejemplo.

A partir de los años 50, a medida que creció la población de mi ciudad natal (Fez, Marruecos), su infraestructura urbana, los espacios verdes y el sistema de aguas residuales se vieron rebasados. El mayor daño lo sufrió el río Fez, que atraviesa la ciudad.

Por desgracia, debido a la contaminación, los márgenes del río se convirtieron en terrenos baldíos usados como estacionamientos ilegales o tiraderos de basura. Llegó un momento en que decidí hacer algo. Especialmente, luego de enterarme que la ciudad había recibido una subvención para desviar el agua residual y tratarla.

Así, con suerte y con mucha presión, fui comisionada por la ciudad para trabajar con un equipo de ingenieros y darle vida al río. Después de tratar el agua, la devolvimos a su curso natural. En las riberas, construimos vías peatonales, plazas, parques y un humedal artificial que no sólo limpia el agua, sino que también la retiene en caso de inundación.

A medida que el proyecto avanzó y recibió premios, nuevos actores intervinieron y cambiaron el diseño del proyecto. Aun así, haciendo a un lado nuestros egos, logramos concentrarnos en los objetivos principales: destapar el río, tratar el agua y crear espacios públicos para todos. Hoy, el río luce con agua limpia y descubierto.

Con toda seguridad, la rehabilitación del río seguirá cambiando para adaptarse al paisaje sociopolítico de la ciudad. Pero la idea central ya está en marcha: convertir el río de alcantarilla en un espacio público para todos. De ese modo, nos aseguramos que Fez seguirá siendo una ciudad vibrante para sus habitantes, y no una herencia momificada.