ROBERT JOHNSON

Muchas leyendas corren alrededor de “El abuelo del Rock and Roll” como también se le conoce (ya que el estilo de tocar la guitarra y sus canciones influenciaron a grandes músicos como Jimi Hendrix, Led Zeppelin, The Rolling Stones, entre otros), probablemente porque su inusual vida casi no se ha documentado y también a raíz de su misteriosa muerte. Este audaz guitarrista, talentoso compositor y cantante nació el 8 de mayo de 1911 en el pueblo de Hazlehurst, Mississippi, Estados Unidos.

Se cuenta que en el cruce de la autopista 61 con la 49 en Clarksdale, Mississippi, Robert vendió su alma al diablo y a cambio pidió ser el mejor músico de blues de la historia.

Tan sólo necesitó 29 canciones para colocarse en el 5º lugar del listado de “Los 100 más grandes guitarristas de todos los tiempos” de una prestigiada revista de música. Fue nombrado miembro del Salón de la Fama de Rock and Roll, en la categoría de Influencias tempranas. Desde pequeño le apasionaba la música y tal vez sentía que no necesitaba nada más que esa fiel amante, porque abandonó la escuela a temprana edad. Parece ser que la tragedia siempre acompañó a este prodigioso guitarrista; en 1930 muere su primera esposa durante el parto junto con su bebé.

Su carrera se desarrolló principalmente en el sur de Estados Unidos, escribió canciones con tonos melancólicos donde habla con intrépidas metáforas de demonios internos, desesperación religiosa y sexualidad, principalmente. Temas que grabó entre noviembre de 1936 y junio de 1937, tal vez las composiciones que más polémica han desatado son: “Cross Road Blues” (canción en donde supuestamente se hace alusión al pacto maligno), “Hellhound on my trail” y la legendaria “Me and the devil blues”.

“Muy temprano en la mañana, alguien tocó mi puerta, y yo le dije:

“Hola Satanás,

-Y el me dijo: creo que ha llegado la hora de partir”.

La leyenda dice que Johnson era un deplorable músico, que en el año de 1931 dejó Robinsonville (su lugar de residencia) para recorrer los pueblos y tocar por propinas en autobuses, esquinas o trenes, y si tenía suerte pasaba la noche con alguna dama. A su regreso a casa, de un día para otro se había convertido en un prodigioso intérprete que se convirtió en “El Rey del Delta blues”, un verdadero maestro de la guitarra cuyas canciones y epopeya han trascendido hasta nuestra época.

Algunos afirman que cuando cantaba, a su alrededor se sentía una extraña energía y que la música que salía de su guitarra hechizaba al público que lo escuchaba de forma cautivadora.

Este maestro de las 6 cuerdas compuso un mayor número de canciones que los años que duró su vida. Sin duda es un personaje al que lo rodea mucho misticismo, portador de “La maldición de los 27”, edad en la que perdió la vida (como otros grandes del Rock and Roll: Jimmy Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin, etc.). Envenenado con un whisky por un barman celoso porque Johnson cortejaba a su mujer. En el escenario de la vida, las luces se apagaron para él, el 16 de agosto de 1938, en Greenwood, Mississippi.

Se carece de pruebas para afirmar que Robert practicara ritos satánicos, y la letra de sus canciones muchas veces se interpretan de forma literal, no existe duda que es un personaje de leyenda por su magnífico talento musical, que la letra de sus canciones habla del lado obscuro que todos los seres humanos tenemos, tal vez una muerte prematura originada por su estilo de vida. Leyenda o realidad, tú ¿en qué crees?