Lo que restaba del siglo XX se está despidiendo de nuestras vidas, es una época de búsqueda, de rupturas, de encontrar nuevos caminos que nos guíen, pero aún así hay cosas que persisten y que con el paso del tiempo no hemos podido soltarlas. Un ejemplo de ello son los padres sobreprotectores, los que casi envuelven a su pequeño o pequeña en una burbuja para que el mundo ni los toque. Más allá de que esto suele ser algo muy normal en la mayoría de las familias, de repente se vuelve un tanto molesto y hasta desesperante para los hijos e hijas. Así que si tú eres un padre protector aquí te damos unos buenos tips que pueden ayudarte en la relación con tus pequeñines.
1.- Deja que ellos comentan errores, aunque tú sepas que van a cometerlos no les evites equivocarse. Aconséjalos pero no les resuelvas la vida.
2.- Escúchalos, permítete saber su opinión.
3.- Intenta incentivarlo/a a que amplíe sus relaciones con otros niños de su edad y que conviva en otros ambientes además de la casa o la escuela. El deporte puede ser una opción.
4.- Dile sus responsabilidades, desde levantar un juguete hasta ordenar su habitación, con esto ayudas a su desarrollo y a su futura madurez. Sólo recuerda no convertirte en un molesto vigilante.
5.- Práctica la confianza en tu pequeño/a, la mayoría de los padres que caen en la sobreprotección se debe a cuestiones de seguridad personal. Recuerda que muchas veces heredamos nuestros miedos a los hijos.
Siempre ten presente que cuando cuidas de manera obsesiva a tus pequeños, no sólo los afectas a ellos, sino que también puede ser dañino para ti. Recuerda que buscar ayuda profesional puede ser una opción. Cuidar, amar y respetar, son tres cosas que pueden constituir una relación entre padres e hijos.
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