ESTILO

Todo el mundo conoce la belleza “universal” que promueve la prensa y la tv. Por fortuna, hay otros rasgos que logran abrirse paso y deslumbrar al mundo más allá de sus estándares. He aquí la prueba de que la belleza es diversa y no un estereotipo.

Moffy. No es muy alta. Ni muy delgada. Como sea, Moffy es hermosa y fuera de género. Respecto de su estrabismo, dice que “ese término es demasiado científico y lo hace sonar como si yo tuviera una condición que afecta a otros aspectos de mi vida. Nunca lo he visto así. En lo que a mí respecta, sólo tengo un ojo divertido”. Por cierto, podría operarse. Pero no está dentro de sus planes.

Andreja Pejić. Se llamaba Andrej y conquistó las pasarelas modelando lo mismo en esmoquin que en bikini. Desde hace un par de años, completó su proceso de reasignación de sexo. Y sigue siendo un hit. Y bella, sin duda. Su caso no es único. Entre otras y otros, ahí están la actriz Laverne Cox (“Sophia Burset” en Orange is the New Black), o la holandesa Loiza Lamers, oficialmente la primera transexual en ganar el concurso de tv Next Top Model.

Lara Stone. La modelo (rostro de Calvin Klein, Jean Paul Gaultier y Hugo Boss, entre otras marcas) ha sabido lucir su singular y sexy hueco entre los dientes.

Rossy de Palma. Su singular rostro y nariz aguileña la convirtieron no sólo en modelo de Jean Paul Gaultier, sino en “Chica Almodóvar”, en películas como ¡Átame!, Kika o Mujeres al borde de un ataque de nervios.

Daga Ziober. La modelo polaca ha desfilado para Valentino y es la actual imagen de Givenchy. Igual que sus grandes ojos, sus orejas se han convertido en seña de identidad.