Días maravillosos, noches románticas, playas idílicas, relajación, deportes acuáticos, un agradable clima tropical y un océano lleno de colores, convierten al país en un lugar de ensueño. Las más de mil islas que constituyen la República de las Maldivas, se localizan al sur de Asia, sólo 203 de ellas se encuentran habitadas. Su capital es Malé en ella puedes visitar el Palacio Presidencial, el templo de Hukuru, el Parque del Sultán y el Museo Nacional.

Recibirás un excelente trato y servicio en manos de los lugareños, ya que en las últimas décadas este milenario país de pescadores ha basado su economía en el turismo. En alguna de las más de 80 islas acondicionadas y exclusivas para vacacionistas podrás bañarte de diversión, cada isla es un hotel de lujo con habitaciones que se encuentran a la orilla de playa o sobre las cálidas aguas. Es un conjunto de pequeñas islas casi vírgenes (la mayoría poseedoras de un anillo de coral), de fina arena blanca, ideal para deleitar el paladar con exóticos cocteles.

¿Sabías que…? Con un aproximado de 1.5 metros sobre el nivel del mar es el país más bajo de todo el mundo, además de ser el menos poblado de Asia.

El traslado a las islas-hotel se hace en hidroavión, es una experiencia llena de adrenalina en el que disfrutarás de paisajes inigualables, te maravillarás con las múltiples islas de variadas formas y colores.

El conjunto de islas conocido como Atolón de Malé poseen todo lo necesario para una estancia placentera, piscinas, jacuzzis, canchas de tenis y voleibol, gimnasios, antros,  camastros para tomar el sol y más. Abundan las actividades acuáticas en un océano azul turquesa, paseos en velero, kayak, banana, snorkel, motos acuáticas, windsurf, surf, siendo los mejores meses para practicarlo de junio a septiembre ya que es la época de mayor oleaje.

Los productos del mar son la especialidad, tus ojos verán como las manos de los maldivos crean exótica gastronomía con combinaciones agridulces producidas por el curry y jugosas frutas. Fuertemente influenciados por la cultura de la India usan casi los mismos ingredientes y especies, los pescados y las langostas cocinados al carbón desprenden seductores olores que culminan hasta satisfacer el paladar más exigente. Los maldivos adoran el coco, así que lo encontrarás tanto en platillos salados como dulces.

La pesca al ocaso en alta mar es una de las atracciones más solicitadas por los aventureros que capturan su propia cena, si la suerte no estaba de su lado en el bote, algunos hoteles preparan una parrillada nocturna en la playa, donde los trabajadores forman figuras de peces con la arena que sirven de mesa y sillas. Conocerás un poco sobre la cultura local a través de un colorido espectáculo de música con tambores y danza donde ejemplifican antiguas tradiciones.

La comunidad de Ayurveda ofrece curaciones con técnicas locales en un ambiente acogedor, masajes faciales y corporales, baños de hierbas, yoga y acupuntura. Si los visitantes lo desean pueden vivir la experiencia de estar en una isla desierta, serán trasladados en dhonis (ancestrales barcos de vela hechos a mano, verdaderas obras de arte) a la Robinson Crusoe, un paraíso con la más pura naturaleza virgen.

La arquitectura en las islas es fascinante ya que sus construcciones están hechas con piedra de coral. En la tienda de los hoteles podrás comprar alguna artesanía hecha de madera o fina joyería elaborada con coral.

Su principal producto agricola es el coco, antiguamente este fruto era tan importante que el valor de una isla se calculaba según el número de palmeras cocoteros que tenía.

El islam es la religión predominante en las islas y los lugareños se ofenden gravemente si consideran que de forma intencional le faltaron el respeto a sus creencias. El aspecto de los maldivos cambia un poco en cada isla ya que a lo largo de su historia, sus genes se han mezclado con los de asiáticos del sur y sureste, africanos y árabes; también su idioma difiere un poco en cada atolón debido al aislamiento.

El atolón de Ari es el segundo más concurrido por los turistas, ya que mundialmente es conocido por poseer los mejores lugares para bucear en todo Maldivas. Es la principal actividad acuática del lugar, gracias a la belleza natural con la que conviven los buzos bajo el agua: enigmáticas cuevas, fascinantes paisajes esculpidos por los corales, una interminable danza de tortugas marinas, delfines, tiburones ballena y un arcoíris de peces. Sin duda una experiencia llena de emoción que no te puedes perder.

El Conrad Maldives Rangali Island Resort se encuentra en dicho atolón y ofrece un inigualable servicio, en él podrás disfrutar de cine al aire libre junto a la playa, suites con vista al mar, lujosos spas con espejos en el piso que dejan ver las tranquilas y transparentes aguas, donde disfrutarás de masajes con aromáticos aceites relajantes. Ofrece un recorrido de 30 minutos para dos personas en su mini submarino “Nemo” para maravillarse con la fascinante vida marina. En este complejo hotelero gozarás de una experiencia exclusiva en el restaurante Ithaa (“perla” en el lenguaje local) donde disfrutarás de exquisitos platillos en un salón sumergido a 5 metros debajo del mar.

En tu recorrido por las islas es muy probable que convivas con algunos italianos, ya que son estos los principales turistas que visitan las paradisiacas islas. Alimentar a los peces desde los muelles es la mejor actividad para disfrutar de un bello amanecer. Nada supera a este idílico lugar de cielo estrellado, románticos atardeceres, clima tropical, un mar lleno de vida y diversión por todas partes, sólo tienes que disfrutar y dejar que la magia de las islas te enamore.