Comunicación abierta o sin comunicación
Por regla general, los padres nos sentimos angustiados con la llegada de la etapa adolescente en nuestros hijos pues una de las áreas más afectadas durante ella suele ser la comunicación y, a decir verdad, dados los cambios hormonales, los chicos se tornan aislados, impredecibles, intensos. Se quejan de estar aburridos o con flojera. Su pensamiento es mágico, idealista, radical, buscan escandalizar, estar en desacuerdo, todo es extremoso y no es para menos pues en este proceso se forma la identidad adulta.
Cuando nos convertimos en padres, la preocupación principal es la educación de nuestros hijos y el deseo de inculcarles principios y valores firmes para que sepan enfrentarse a los continuos desafíos de la vida.
Es importante evitar las actitudes que nos separan haciendo de las barreras generacionales un abismo imposible de franquear, al mismo tiempo que hemos de acompañarles desde la comprensión y la paciencia. La relación entre padres e hijos adolescentes es un equilibrio entre límites, contención y la promoción de un lugar para el despliegue de la personalidad de cada uno.
Papás con adolescentes en casa
Concentrate en lo positivo, los jóvenes aprenden con el ejemplo que se les da, se consistente con las reglas que impones, reconoce tus propios errores, haz preguntas, escucha activamente y establece reglas realistas.
Comprende la diferencia entre entender y estar de acuerdo, ponerse en el lugar del hijo no significa que apruebes su comportamiento sino que tienes las herramientas para entender sus motivos y orientarlo mejor.
- Escucha con atención e interés, expresa y comparte sentimientos.
- Sé claro a la hora de pedir algo.
- Da mensajes consistentes o no contradictorios.
- Ayúdalo a preparar tareas.
- Intégralo a las actividades familiares cotidianas (la hora de la comida, ver una película, etc.)
- Realiza actividades recreativas o paseos.
Recuerden que los adolescentes no son niños que tenemos que proteger de todo, principalmente de la verdad, no tengan miedo a decirle las cosas abiertamente y, sobretodo, háganlo con amor, cariño y kilos de paciencia..
¿Qué les pasa a mis papás?
Todos atravezamos la adolescencia de manera diferente. El formar parte del grupo es esencial en tu vida adolescente, ya que crees que “el mundo no te entiende” y menos tu familia.
Como adolescente tienes que probar y experimentar cosas nuevas que la vida te va ofreciendo y que no siempre son las mejores, que te llevarán a una pérdida de tiempo como el fumar, beber, parrandear, etc. Esto es parte de tu crecimiento y de afirmarse como persona.
Es una época difícil para ti y para quienes te rodean. Los cambios hormonales que sufres durante ésta época hace que ni tu mismo te entiendas. A veces estás de buenas y sin saber por qué te pone de malas. Así como tus estados emocionales no están balanceados, tu cuerpo tampoco lo está. Hay compañeros de tu misma edad que crecen más rápido o más lento que tu.
Es una época de muchas preguntas, evita no frustrarte al no tener respuestas favorables, realizando actividades positivas como hacer practicar un deporte, compartir con la famillia y amigos, aprender un idioma, un oficio, cosas que te den una vida sana y útil. Rompe con tus miedos y date la oportunidad de explorar preguntando.
Es importante que consideres lo que tus padres te dicen, trata de entender que lo que quieren es protegerte, inculcarte principios y valores para que aprendas enfrentarte a los continuos desafíos de la vida.
Aprender a escucharnos, tratar de ponernos en el lugar del otro, mantener la confianza, expresar con respeto nuestras ideas, entender que estamos en un proceso de aprendizaje mutuo y que mientras más pongamos de nuestra parte será más llevadera nuestra relación con la familia y el transitar por esta etapa.
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