Algunos mexicanos son consumidores desordenados y poco informados, al acudir al supermercado tienden a cambiar de opinión y consumir artículos más económicos, sin importar el impacto contaminante y la calidad de estos.
Nuestro país ocupa el décimo tercer lugar dentro de los 25 países considerados como mayores emisores de Gases de Efecto Invernadero (GEI), con una participación del 1.23 por ciento respecto al total mundial. Los focos incandescentes son los principales emisores del GEI.
Los focos incandescentes o convencionales son dispositivos muy ineficientes, ya que más del 90% de la electricidad que utilizan la transforman en calor, mientras que la energía restante es convertida en luz. La principal razón para que las personas adquieran este tipo de focos es su bajo costo y fácil adquisición.
La vida útil de un foco habitual, varía entre 750 y 1,000 horas; en cambio, la de un foco ahorrador es de alrededor de 10,000 horas, dura hasta 10 veces más que un foco común y consume una tercera parte de la energía eléctrica que usa un foco incandescente, por lo que adquirir este tipo de artefactos representa una inversión que a mediano plazo. En cuanto a las emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono (CO2), un foco ahorrador produce sólo una cuarta parte de lo que lo hace un foco incandescente; es decir, mientras un foco normal de 60 Watts genera 62 kilos de CO2 al año, el foco ahorrador sólo genera15 kilos.
Podemos contribuir con medidas simples, como cambiar un foco incandescente por uno ahorrador, además ahorramos energía eléctrica y reducimos el impacto de los efectos climático.
En estos momentos de crisis económica, cambiar los focos incandescentes por los ahorradores no es un gasto, es una inversión. Si cada persona hiciera cambios de sus focos incandescentes por ahorradores, representaría un ahorro de hasta 80% en los recibos de luz.
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