Si tu naciste para la aventura, explorar y descubrir sitios insólitos, éste lugar es ideal para ti,  su turismo exótico está lleno de raras bellezas que no te puedes perder. La isla de Socotra se separó de la tierra continental de África hace aproximadamente poco más de 5 000 millones de años. Este aislamiento y las condiciones climáticas hicieron que en esta zona del planeta se desarrollara formas de vida exclusivas. Cuenta con 37 áreas naturales protegidas: 26 marinas y 11 terrestres. Cinco de ellas se han acondicionado para recibir a los turistas: Dihamri, Homhil, Rosh, Amak y Skand.

En la llanura Homhil bajo un clima seco, caluroso y una tierra rocosa, emergen como milagro de la naturaleza los árboles de la sangre de dragón. Es una de las plantas más fascinantes,  su copa tiene forma de sombrilla, con extrañas ramas gruesas, hojas carnosas y obtiene su particular nombre gracias a que la savia que produce es de color rojo (que desde tiempos remotos es usado como tinte). Sobre rutas de variada dificultad, en una caminata de una hora y media, los guías te llevarán a los mejores lugares para apreciar el paisaje y la vegetación nativa.

Cuatro islas conforman el archipiélago, pertenece a el país de Yemen y se encuentra a 350 km de sureste de esta nación, frente a las costas del Cuerno de África, al noroeste del Océano Índico. Por su biodiversidad única en el planeta, en julio de 2008 la UNESCO nombró a Socotra, Patrimonio de la Humanidad en la categoría de Naturaleza. Los pobladores crían cabras, camellos y vacas (estas últimas introducidas por los portugueses en 1507), además de sembrar palmeras datileras.

La isla principal da nombre al archipiélago y tiene una extensión de más de 3 600 km2, las otras islas menores son Darsa, Abd Al Kuri y Samha. Estas dos últimas habitadas, la ciudad más importante es Hadiboh, con poco menos de 9 000 habitantes y que cuenta con un aeropuerto que hace accesible a la región todo el año. Casi 300 especies de la flora que crecen en el archipiélago son endémicas, son muy sensibles a las modificaciones de su entorno por lo que se encuentran entre las 10 especies en severo peligro de extinción.

Viajar a este lugar es cargarte de adrenalina y misterio, su variada y agreste geografía,  además de exótica vida hace que tu mente te transporte a escenarios de otros planetas: la parte occidental de la isla es árida, ahí se encuentran las blancas dunas de Ra’s Kadarma, que al frente tiene una zona rocosa, con grandes y enigmáticas cuevas donde sólo habitan miles de murciélagos (son los únicos mamíferos silvestres de la región). La isla cuenta con varios valles, el principal es el Azroo que atraviesa la isla de norte a sur.

Existen dos estrechas llanuras costeras, la meridional llamada Nawjad y la septentrional de nombre Hadibo, ésta tiene 70 km de playas vírgenes (de variadas texturas) rodeado por el mar de color azul turquesa. Cuando no es temporada de vientos, el suave sonido de las olas al romper en la playa viene armonizado con el canto de las aves (garzas, flamencos,  gorriones, estorninos, buitres egipcios, entre otros). Si llegas a Socotra en barco verás entre las aguas cristalinas a los delfines nadar muy cerca de ti. Dihamri es ideal para el kite surf, el snorkel y el buceo: a pocos metros de la playa se nada entre los arrecifes de coral, los bosques de algas y se observa la fascinante vida marina del Índico.

A lo lejos, desde el mar se divisa como se levantan las blancas mesetas que abarcan la mayor parte del territorio. Dawkam es el pico más alto con más de 1600 msnm. De junio a septiembre a causa de los fuertes vientos y gran oleaje, la isla sólo es es accesible por vía aérea, ya que la navegación se hace imposible. La pesca se suspende y algunos pobladores se desplazan a las montañas para protegerse de los vientos en las cuevas y cosechar sus palmeras.

El pequeño aeropuerto se encuentra a 30 minutos de la población de Ra’s Hulaf, lugar donde se localizan algunos hoteles. La isla posee solamente dos carreteras asfaltadas: una que recorre de este a oeste y la otra se interna hasta la zona núcleo. Los recorridos al interior se hacen en una 4 x 4, mientras observas los místicos paisajes, también oirás a los guías bromear alegremente entre ellos, en socotrí (el lenguaje de la región), una variación local del idioma semítico que tiene relación con algunos de los primeros dialectos que se hablaron en la Península Arábica, en este antiguo idioma, Socotra significa “La isla de la felicidad”.

Tiene un clima desértico tropical, llueve con mayor intensidad en invierno, en esta agreste tierra, con los misterios de la adaptación, la naturaleza demuestra su magia: el árbol  botella, que sobrevive a la escasez de agua, tienen un tronco sumamente hinchado en comparación a su minúscula copa (de ramas cortas, algunos sin hojas, sólo con pequeñas flores y frutos), parece provenir de un planeta de otra galaxia, crecen en las laderas de las montañas y dan la apariencia de brotar de dentro de las piedras. Es una tierra sumamente calurosa, en la primavera las temperaturas llegan por encima de los 40º C.

En la entrada de cada una de las zonas protegidas se paga una módica cantidad y se te explican las reglas: No intentes extraer ningún tipo de vida, porque se encuentra en especial protección la naturaleza endémica de extraña evolución. Antes de la puesta del sol debes desalojar las áreas turísticas ú hospedarse en los campamentos oficiales (acampar te da la oportunidad de conocer de cerca las costumbres de los habitantes), que cuentan con los servicios básicos de higiene y alimentación.

En la llanura costera de  Nujid, se encuentra el campamento turístico de Amak. Desde aquí se puede rentar una lancha a los pescadores locales para hacer excursiones marítimas y pesca recreativa. También se practica la observación de aves y paseos en camello, hasta llegar a la cueva de Dogub, con sus características estalactitas y estalagmitas. Inmortalizar con tu cámara fotográfica tan exóticos paisajes es inevitable, pero si quieres capturar con un click a los locales, debes pedirles previo permiso (especialmente con las mujeres) para evitar malos entendidos.

Socotra es una isla enigmática con muchos secretos por revelar, con plantas que hace mucho tiempo desaparecieron de lo que ahora es África y otros lugares del planeta. En la “Galápagos del Índico” (como también se le conoce) son tantos los encantos que se posee, que a donde tu gires la vista, tus ojos quedarán maravillados con las raras bellezas de la naturaleza. Atrévete a vivir la experiencia de estar en este extraordinario paraíso exótico.

¿Sabías que?

La gente de Socotra tiene más parecido físico con las personas de la India, que con él país islámico de Yemen. Además culturalmente la isla es también un poco distinta a este país: las mujeres apenas se cubren la cabeza y visten telas de variados colores, a diferencia del país continental en que las damas portan ropajes negros.

En el mes de ramadán islámico no encontrarás lugares para comer que estén abiertos durante el día, además de que otros servicios se suspenden. Esto a causa de que su religión les indica que por 30 días las personas deben guardar ayuno desde el alba hasta el ocaso.