En la fábrica de Lego en Dinamarca (donde se produce el 80% del total de bloques del mundo, y cuyos cimientos están construidos, en parte, con moldes de piezas Lego), 800 máquinas de inyección de plástico funcionan las 24 horas del día, para crear 500 piezas por segundo. Ahí, el plástico es calentado a 220º C y mezclado con tintas de color.

Momentáneamente, las piezas son llevadas a una bodega manejada por robots, con 170 km lineales de capacidad de almacenaje, donde sólo una computadora sabe dónde están. Más tarde son ensambladas, decoradas y empaquetadas. En este último proceso, cada pieza es recogida una a una, para contarlas y colocar el número exacto en su bolsa. Las bolsas además son pesadas para detectar si contienen la mínima pieza de más o de menos.

Finalmente, cada bolsa es metida en su respectiva caja, y las cajas llevadas a las tiendas.

De este modo es como cada año Lego fabrica y distribuye ¡21 billones de bloques! ¿Sabes escribir esa cifra?