EDUCACIÓN

Pocas inversiones hay en la vida tan bellas –y provechosas– como inculcar el gusto por la lectura en nuestras hijas e hijos.

Una persona que lee tiene una vida interior rica. No ama, no se enamora igual quien ha leído a Neruda (“…si soplaras en mi corazón, cerca del mar, llorando, / sonaría con un ruido oscuro, con sonido de ruedas de tren con sueño…) que quien se enamora con la certeza de que “a ella le gusta la gasolina”. Desde luego, Neruda no evitará los descalabros sentimentales, pero hará más rica la experiencia del amor (y aun del descalabro).

Los libros hacen la vida más rica, más extensa. La llenan de viajes, de sueños, de empatía e interés por el mundo. Y no hay madre o padre que no quiera eso para sus hijos. Por si te sirven, te damos 5 consejos.

1. Hábito. No importa si tus peques tienen 1 ó 5 años, aparta un pedacito del día (antes de dormir, por ejemplo) y léeles un ratito.

2. ¿Qué elegir?. Elige libros adecuados para su edad. Pero eso sí: busca libros divertidos. Por favor, no les leas ñoñerías.

3. Respeta sus gustos. Escúchalos. Fíjate en el tipo de preguntas que te hacen y las cosas que les interesan. Mejor: déjalos elegir sus libros (aunque su elección no sea de tu agrado).

4. Dales ejemplo. A veces no tienes que hacer nada. Basta que te vean leer de vez en cuando y que tengan un librero a mano. Su curiosidad hará el resto.

5. No los obligues. La lectura es –y debe ser siempre– un placer. No los obligues a hacerte resúmenes ni los castigues con leer.

¿La lectura los hará mejores estudiantes? Quién sabe. Dicen que sí. Pero no es para ser mejores estudiantes que se escriben y se leen libros. Los libros sirven para acompañarnos en el viaje –sencillo y maravilloso al mismo tiempo– de vivir.