Una cazadora de la jungla de asfalto

Nacida en una familia judía de clase acomodada, Arbus fue una niña sobreprotegida, circunstancia que le marcaría el resto de su vida, quizá por esa razón desde adolescente sintió curiosidad por conocer ambientes menos pulcros, lujosos y limpios como los de su cuna. Cambió el apellido paterno Nemerov en 1941 al casarse con Allan Arbus quien conociéndola mejor que nadie le regaló su primera cámara Gaflex.

La pareja comenzó realizando fotografías por encargo para el negocio de los padres de Diane. Poco a poco las fotografías tanto de Diane como las de su esposo fueron apareciendo en revistas importantes como Vogue, Esquire y Harper’s Bazaar. Sin embargo, el trabajo fotográfico de Diane para ese entonces era rutinario y sin ningún rasgo estético sobresaliente.

En 1958 éste sufriría un viraje radical gracias a la influencia de Lisette Model, su mentora.  Siendo una de sus alumnas más aplicadas, Diane escuchó muchas veces la frase preferida de Model: “No pulsen el disparador hasta que el sujeto que enfocan les produzca un dolor en la boca del estomago”.

Fue así como Diane Arbus, lanzándose sobre una nueva aventura, comenzó a recorrer las peores calles de Nueva York con su cámara, sobre todo a altas horas de la noche. Su método, sencillo: ir al encuentro de lo grotesco, de lo bellamente horrible. Su segundo paso, entablar conversación con la fauna nocturna, con los reventados de la vida, con los personajes más excéntricos que pululaban por bares de mala muerte y basureros. Conversaba largas horas con ellos, les explicaba su pasión por la fotografía y luego los convencía para que le dejaran tomar una foto. Poco a poco fue conformando una galería de tipos, de seres que más que personajes de la noche eran alegorías de nuestras pesadillas. Un inigualable museo de hombres, mujeres y niños dejados al margen del gran “sueño americano”. La década del sesenta fueron sus años más productivos.

Provoca en quien se detenga ante una de sus fotos, incredulidad, curiosidad, escándalo, devoción; jamás indiferencia. Gozaba de la prodigiosa habilidad de despertar todas las imaginaciones del espectador a la vez, lo que se ve es siempre imprevisible, porque lo que está en la foto es lo que está, a la vez, en las pesadillas del que las mira. Tienen la fascinación de lo prohibido. Fascinación que hipnotiza  e incluso quien las mira, llega a demorarse, a veces, media hora ante una sola imagen.

“La belleza que plasma en sus fotografías no es la habitual, pero sus fotografías no dejan de ser bellas”. Highland Park, N. J.

Es posible que muchos de nosotros vivamos siempre encerrados en un mismo mundo prefabricado, en el que no existe más que lo que nuestras trilladas experiencias se molestan en recordarnos. Hay gente que se conforma con eso. Diane no.

La exposición que la dio a conocer al público mayoritario fue “New sensations” en 1967. Continuaba trabajando para revistas importantes retratando a celebridades como Norman Mailer, Mae West,  Jorge Luis Borges. El tema de sus últimos años eran las personas excéntricas o “singulares”, como las llamaba. Las fotos exhalan una energía descomunal: la de alguien que está contemplando una realidad invisible para el resto de los mortales. Hay luz en todas partes. La oscuridad surge de los personajes retratados, de un interior que sólo Diane puede ver.

Parecía que lo tenía todo, pero algo le faltaba, y ese algo debía de ser intolerable puesto que  luego de largos periodos depresivos oscilando entre la excitación y el abatimiento, se suicidó a los 48 años de edad el 26 de Julio de 1971. Un año más tarde su trabajo fue seleccionado para participar en la Bienal de Venecia, siendo la primera fotógrafa estadounidense en ser seleccionada, y el MOMA (The museum of Modern Art) de Nueva York organizó su primera gran retrospectiva.

Decidió ser una gran artista triste y lo fue, decidió salir a buscar un mundo en la realidad que pareciera fantástico e irreal y lo encontró. Decidió actuar en la vida sin reglas sociales, morales o artísticas; odiaba la máscara que la gente se ponía para parecer ser lo que no eran, intentaba por todos los medios que sus retratados se despojaran de ella, quería mostrarlos tal y como eran. Esto produjo cierta incomprensión de su obra.

Diane Arbus Fecha de nacimiento: 14 de marzo de 1923

Origen: Nueva York, Estados Unidos Actividad: Fotógrafa Época: Contemporánea