Si el disfraz estimula la adrenalina, es un buen disfraz

Un problema que todas las parejas han enfrentado es cuando la rutina íntima y los años de vida en común empiezan a afectar la vida sexual. Esto puede orillar a buscar nuevas aventuras u otras alternativas como el disfrazarse. Algunos sexólogos sostienen que la química sexual que un día hizo vibrar con el tiempo se va desgastando, lo que pondría en riesgo la unión de las parejas.

Para que el sexo no se convierta en una rutina existen una infinidad de prácticas que se pueden realizar en pareja. Los sexólogos aconsejan un juego previo inofensivo y sumamente efectivo: el disfraz erótico, con el que se reavivará la llama apagada, viviendo aventuras que se puedan compartir con la pareja, tan sólo usando la imaginación.

Los sexólogos aconsejan un juego muy sugestivo: el disfraz erótico

Los disfraces corporales, los antifaces y las máscaras han sido utilizadas desde hace miles de años para seducir a mujeres y hombres, y es que con su uso, las personas se sienten liberadas. El secreto del disfraz es que permite ser otro, dejando salir a personajes que encerramos en nuestro yo interno, y decimos y realizamos cosas que no se permite hacer frecuentemente, es mas, hay mujeres que sólo hacen el amor con su pareja si están maquilladas y se consideran bien pintadas.

Los disfraces desinhiben, liberándonos de prejuicios

Con los disfraces se pueden liberar los prejuicios y disfrutar de una libertad que generalmente se niega, debido al tipo de educación o la nula información que  se tiene sobre sexología. Así que dejar volar la imaginación es desechar el estrés, los problemas y descubrir en cada encuentro a una persona distinta, con la cual se puede disfrutar roles, a los cuales en la vida diaria no se tiene al alcance.

El disfraz de animales simboliza un regreso a lo primitivo

Si quiere ponerle una pizca de emoción en su cama, aquí unos consejos de disfraces para jugar con su pareja, dependiendo de su estado de ánimo y lo atrevida o atrevido que sea. Eso sí, debe saber que si usa disfraces de animales, no olvide que es solamente un juego (de un ser humano disfrazado de animal) muy excitante y erótico, que revive el pasado zoomorfo, y no una realidad perversa de zoofilia (sexo entre seres humanos y animales).

El disfraz de colegiala, por cándido y tierno, es la indumentaria favorita de todos los hombres maduros y mujeres otoñales. Este es elegido por la fantasía de la regresión del tiempo, el suspiro de los años pasados, y por la inocencia del estudiante que se somete a alguien supuestamente con experiencia. Entre los jóvenes modernos el primer lugar, según algunas tiendas de este tipo de disfraces, lo ocupa el deportista, también por su juventud y su increíble resistencia.

Por su autoridad, disciplina y su don de mando, entre las mujeres los disfraces más buscados, según las tiendas de disfraces eróticos, son los de guardaespaldas, policías y profesores, porque en ellos se ve reflejada, en nuestra pareja, la dominación absoluta, el juego del macho dominante, que el feminismo y la feminidad nos impiden disfrutar.

Hay quien prefiere disfraces de cocineros, enfermeras, doctores o bomberos, ya que estos personajes tienen un carisma muy especial como protectores y benefactores de la humanidad. Una línea muy peculiar es la de disfraces de personas de servicio como la mucama, el mesero, el cura, la monja, porque reflejan la inexperiencia y el servicio a los demás.

Sea cual fuere el disfraz que elijamos, lo importante es estimular la adrenalina sexual, y con ello lograr entender que los disfraces eróticos no sólo son para vivir momentos de placer, sino que también son complementos sexuales que ayudan a compenetrar con la pareja, disfrutando de la unidad amorosa al máximo.