Dice una leyenda náhuatl que Quetzalcóatl: El Jardinero del Edén, trajo a la tierra las semillas del cacao para procurar a los hombres un manjar que no menospreciaban los dioses. En las antiguas civilizaciones maya y azteca, el cacao fue uno de los bienes más preciados por el hombre que a menudo lo utilizó, incluso como moneda de cambio.

Los cacaoteros, kakaw en lengua maya, aún hoy crecen a la sombra de árboles más altos de la selva tropical tabasqueña, en el mismo lugar que hace cientos de años fueron descubiertos por los españoles, quienes se encargarían de dar a conocer esta maravilla vegetal al Viejo Mundo. El sabor amargo y picante de las mezclas indígenas no acabó de cuajar en Europa, donde se reinventó el cacao añadiéndole canela y otros aromas dulces.

Una semilla que se transformó  en delicioso chocolate, atractivo por el cual fue diseñada la Ruta del Cacao, en Tabasco, considerada una aromática y tropical aventura en antiguas haciendas cacaoteras.

Hoy en día, Tabasco -lugar de origen del chocolate o el chocoatl (agua amarga), como lo bautizaron los prehispánicos-, y específicamente Comalcalco, cerca del Golfo de México, se considera la capital cacaotera de México. En la localidad podrás visitar varias haciendas que siguen una tradición milenaria de cultivo y elaboración de cacao: La Hacienda La Luz fue fundada en 1902 por el alemán, Otto Wolter Hayer, cuyos nietos, Ana y Alejandro, han continuado el negocio familiar. Las visitas guiadas por la plantación van de la  mano de Ana, quien te contará todos los secretos no sólo del cultivo y las variedades del cacao, sino de muchas otras especias como la pimienta o los chiles que también crecen en sus tierras. A la salida disponen de una pequeña tienda de productos elaborados en su fábrica artesanal.

Otro gran atractivo es el Museo del Cacao. Las Hacienda Cholula y la Jesús María son de las más visitadas. Para adentrarte en la cultura de este municipio vale la pena asistir al Museo de Sitio en Comalcalco, el cual expone piezas prehispánicas, mismo que está alojado en una moderna construcción, con un estilo que rememora en la arquitectura maya. Abierto todos los días de 10:00 a 17:00 horas.

Trasládate a la zona arqueológica de Comalcalco, la que fue la más occidental de las antiguas ciudades mayas en Mesoamérica.   Habitado durante siglos por el pueblo maya-chontal. El recinto se divide en tres partes, dos de carácter residencial en las que se localizan las que fueran las viviendas destinadas al pueblo, y otra área ceremonial, donde se ubican los edificios públicos y de carácter religioso, entre ellos las célebres pirámides.

Una de las características que diferencian a éstas de otras pirámides prehispánicas es que las de Comalcalco no fueron construidas con bloques de piedra, sino a partir de ladrillos de barro cocido mezclado con ostión, un tipo de molusco. Te recomendamos que subas la colina que da acceso a la zona residencial, ya que desde las alturas se aprecian unas vistas realmente espectaculares sobre el complejo y la exuberante vegetación tropical que lo rodea.

El recorrido continúa al visitar el pueblo de Cupilco, el cual sirvió como frontera de intercambio comercial entre los mayas y los aztecas. Además la más pintoresca iglesia de Tabasco se encuentra en esta población, su fachada está pintada de brillantes colores.

Clima: Tabasco cuenta con un clima tropical, la mayor parte del año es húmedo, y con tan sólo dos meses predominantemente secos: abril y mayo. La temperatura media anual es de 26 ºC, aunque a partir de marzo y hasta junio los termómetros pueden subir a 45 º C.