Por: Carlos A. Jiménez Vázquez | biosfera10@hotmail.com

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Los seres humanos somos los únicos animales de la creación, reza la sabiduría popular, que se afanan en carecer de memoria histórica y tropiezan una, diez, y mil veces con la misma piedra…

Y los intereses de unos cuantos y léase unos POCOS… muy pocos, se anteponen a los intereses de unos MUCHOS… alimentando la cada vez más creciente anarquía en nuestro país, digan lo que digan.

Y es que con mucha atención dimos cuenta de un comunicado donde se informaba que la PROFEPA clausuró, hace unos días, una “procesadora de extracción de materiales pétreos” que afectaba los recursos naturales de la zona de amortiguamiento de la Reserva de la Biósfera Selva El Ocote.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reportó que por esas actividades de cambio de uso de suelo en terrenos forestales fueron afectadas 1.5 hectáreas.

Según esto “descubrieron que ahí se había llevado a cabo la eliminación total de la vegetación forestal que formaba un ecosistema de selva media perennifolia” (…)

Señaló que por esos motivos suspendió la extracción de esos materiales y se instalaron sellos de clausura total y temporal de las obras.

La procesadora está a la altura del kilómetro 170 de la autopista Ocozocoautla-Las Choapas, donde también se llevó a cabo el aseguramiento de una mezcladora en frío o trituradora.

Según la PROFEPA, las actividades de cambio del uso del suelo en terrenos forestales en ese lugar no contaban con la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).

Bueno hasta aquí todo bien y se aplaude, pero… me pregunto: ¿Qué se necesitó para que descubrieran el “hilo negro”?…

¿Qué no se han dado cuenta de la grave AFECTACION que ha sufrido el ecosistema  en sitios como los cerros de San Cristóbal de las Casas? Donde la SOBREEXPLOTACION de los también llamados “bancos areneros” continúa?… Problema añejo por cierto, donde pareciera que las causas se perdieron en el olvido y los efectos parecieran no tener  fin.

Son al menos 52 los bancos de arena y grava en explotación, donde se abastecen 66 municipios desde hace 50 años.

Así, el cerro más dañado es el de Salsipuedes, donde las excavaciones han generado cráteres de más de 10 metros. También las montañas de Corral de Piedra, Cascajal, Almolonguilla, Las Comaleras, y el cerro donde se asienta la Colonia 10 de Abril.

¿Y hasta cuándo? Y reitero: ¿Hasta cuándo van a meter en cintura a esas empresas de “extracción de materiales pétreos”, que han DEVASTADO prácticamente esa zona y cuyos efectos por tales acciones ya se están haciendo sentir, tales como la modificación climática y la escasez de agua?…

Pero también en Tuxtla Gutiérrez, “se cuecen habas” con la cada vez más evidente (cínica diría yo) destrucción de los cerros ubicados en la zona Nor-poniente, explotados según esto, por Caleras Maciel, a un costado de la UNICACH, donde a simple vista se aprecia la devastación de que está siendo objeto esta zona…

Con esta “explotación legal” se afectan cientos de especies vegetales y animales, se pierde la cobertura vegetal, se daña irreversiblemente la riqueza fosilífera de la zona, por que han de saber que ahí, se han encontrado cientos de piezas fósiles del Pleistoceno, que nos hablan de cómo era Chiapas hace unos miles de años… Pero todo esto pareciera no importar, solo la ganancia económica que de ahí se obtenga…

La pregunta obligada: ¿Y a todo esto qué argumenta la SEMARNAT, ya que a final de cuentas es la instancia que otorga los permisos para tales menesteres?

Y luego buscan explicaciones divinas a los excesivos calores que ya empezaron a sentirse por estos lares… Vaya…

Seguiremos investigando…