Heroica Ciudad de Chiapa de Corzo

Chiapas, México

“Una gran ola de colores, voces y tradición invaden el aire de la ciudad, así como de personajes que caracterizan esta fiesta”

El año se inicia, en Chiapa de Corzo, con los preparativos de su gran Fiesta, La Fiesta Grande, La Fiesta de San Sebastián.

Desde el 8 de enero, días antes de la festividad del Señor de Esquipulas, peregrinan por las noches “Las Chuntás”, hombres disfrazados de mujeres recorren bailando las calles de la población formando parte de una vieja costumbre originada en la leyenda de Doña María de Angulo (tradición que se remota a la época de la colonia).

Doña María de Angulo

En tiempos de la dominación española llegó a Chiapa de Corzo para establecerse temporalmente, una señora de elevada cuna cristiana, con numerosa servidumbre y que poseía enorme riqueza espiritual y de bienes materiales. Esta gran señora fue Doña María de Angulo, que viajaba en busca de salud para ella y principalmente para su hijo quien padecía una extraña enfermedad (paralítico) que ningún médico, curandero o sabio había encontrado cura. Un español encomendero ordenó traer a un yerbero de Cerro Brujo o Namandiyuguá, quien después de examinar al niño de Doña María mando a que se llevara a bañar en el agua del Jaguey o Pequeña laguna de Cumbujuyú y de esta manera prodigiosamente el niño de Doña María logró con esto recuperar la salud y caminar.

Eran tiempos difíciles, el pueblo sufría hambre debido a la sequía de los años anteriores, por esta razón y en agradecimiento por el alivio de su hijo Doña María de Angulo recorría la población acompañada de su servidumbre: las chuntás y los abre campo para repartir alimentos entre los necesitados.

Chuntaes o Chuntás

En la fiesta de enero, españoles y nativos, ricos y pobres. Se unían para preparar los festejos conmemorativos de Doña María de Angulo. En esta fiesta sobresalía el atuendo de la Chuntá que lucían las jovencitas agraciadas y con hermosa sonrisa.

El valioso desfile que la chuntaes ofrecían acompañadas con música de viento, tambores, vivas y chinchines, seguía la ruta marcada por los “abre campo” hombres encargados de establecer el orden entre la multitud que se aglomeraba para recibir los regalos de Doña María, así estos hombres gritaban: Abran campo que pase Doña María de Angulo, mandato al cual la gente retrocedía sin vacilar.

En la actualidad las Chuntá, son hombres disfrazados de mujeres, maquillados del rostro tratando de no ser reconocidos, que recorren las calles anunciando las festividades de los santos que se veneran durante el mes de enero.

La palabra “Chuntá”, significa “criada” o “sirvienta”, y con ello hacen referencia a las mujeres que venían al servicio de Doña María de Angulo, que en su mayoría eran de ascendencia negra y usaban camisa y falda larga.

Los Parachicos

A las celebraciones de esta fechas, los españoles las llamaban fiestas para el chico, frase que con el tiempo se transformó en Parachicos, vocablo que también hacía referencia al personaje que en las comparsas representaba al tipo español, con la máscara de fisonomía europea, cabello rubio; y además, llevando el capote de los patrones, guitarra y la cuarta (especie de latigo) como insignia del encomendero.

Los elementos que conforman a la vestimenta del Parachico son; Máscara tallada a mano, montera de ixtle, chalina (especie de cubre pantalón) y listones brillantes sobre una vestimenta negra, constituyen el lujoso atuendo de los danzantes que se remata con sarape multicolor, así luce el traje que portan los carita de palo, los parachicos.

Durante 6 días los parachicos recorren las calles, alegrando a Chiapa de Corzo con sus chinchines, danzando y cantando al Señor de Esquipulas (enero 15), San Antonio Abad (enero 17), Patrones difuntos (enero 18), a San Sebastián Mártir (enero 20), desfile de carros alegóricos (enero 22) y misa de parachicos (enero 23).

El día 23 el sonido del tambor y el carrizo toca con más fuerza, pero el son contiene notas de melancolía, los cohetes se apagan y las vivas callan, los parachicos lloran durante su misa porque la fiesta está a punto de terminar y habrá que esperar un año para volver a vivir esta tradición que mantiene vivas sus raíces y fortalece su identidad.

Combate Naval

Cada noche del 21 de enero encontramos el Combate Naval se realiza en las aguas del Río Grijalva, y que consiste en un espectáculo de luces artificiales de mil colores.

Esta demostración pirotécnica, se ha venido celebrando desde el año de 1599, época en la cual Fray Pedro de Barrientos, Vicario de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, fomentando la enseñanza de la pirotecnia, aprovechando la afición guerrera de los indígenas a través de los juegos navales, evento que se convirtió en una diversión para los Chiapanecas, y con el tiempo en un espectáculo que fascina a los visitantes.

Enrique Santibáñez, Aristeo Toledo, Roldan Penagos, el pirotécnico Nicolás Espinosa y su hijo Cenobio, Francisco Macías y el Capitán Cevallos, integraron el equipo que planeó y creó la versión moderna del Combate Naval inspirados en la batalla de Puerto Arturo, y que por primera vez fue presentada el 21 de enero de 1906. El combate se efectúa por la noche sobre las aguas del Río Grijalva; las canoas lanzan vistosos fuegos artificiales, simulando una batalla.

Comida Grande

Puerco con arroz, platillo que disfrutan los parachicos y chiapanecas en la mesa servida por el prioste (encargado de resguardar al santo) de San Antonio Abad, la tradicional Pepita con Tasajo o Comida Grande guiso hecho a base de arroz y pepita de calabaza molida con el cual se agazajan los parachicos los días 17 y 20 de enero.

Se hermanaron San Antonio Abad, San Sebastián Mártir y el Señor de Esquipulas o de los Milagros para conformar esta fiesta, hasta hacer de ésta la feria más grande, tradicional y típica de Chiapas.

Consejo Ciudadano para la Fiesta de Enero 2010