La Rosca de reyes y su historia | TRADICIÓN

Manjar que muchos esperan con café o champurrado en mano, servido en platos de plástico, servilletas o en compañía de un buen tamal, la famosa Rosca de reyes está más presente que nunca en los hogares mexicanos, a pesar de que su origen no se encuentra en estos horizontes.

Con las variantes de la gastronomía mexicana, esta rosca se consume de forma tradicional cada 6 de enero para celebrar el Día de los Santos Reyes; sin embargo, a pesar de su popularidad, muchos desconocen su origen. Así que para saber un poco más de esta delicia, tenemos que remontarnos siglos atrás, hasta la antigua Roma, mucho tiempo antes del nacimiento de Cristo, cuando en esta época se celebraban las Fiestas saturnales, que daban por terminada la cosecha del año y el inicio del solsticio de invierno; en dichos festejos se realizaban danzas, banquetes, intercambio de obsequios y, por supuesto, un sacrificio al dios Saturno. Es precisamente durante esta festividad que se repartía entre la nobleza y el pueblo, una especie de torta redonda con miel, la cual era una tradición que de alguna manera vinculaba a distintos grupos sociales.  Tiempo más tarde, con la llegada del cristianismo, todo esto fue sustituido por la celebración del nacimiento de Jesús, con el afán de acabar con las costumbres mundanas.

La tradicional rosca hizo, entonces, su aparición en la Edad Media, para representar la Epifanía, el encuentro entre los Reyes magos y Jesús de Nazaret. La forma de este pan simboliza el amor infinito de Dios, aunque también suele relacionarse con la corona de los Reyes magos, quienes, según se cuenta viajaron desde Persia. De igual manera, el muñeco representa al niño nazareno y los regalos que suelen darse en este día evocan los obsequios llevados por los reyes: oro, mirra e incienso.

Como verás, la Rosca de reyes encierra historia, fe, misticismo y además un gran sabor para deleitar el paladar. Así que este Día de reyes no olvides llevar una rosca a tu casa, para darle la bienvenida a un nuevo año que apenas comienza. æ