La alegría de cantar

En estos tiempos, a los adultos nos han tocado vivir cambios tecnológicos impresionantes, cada día un nuevo avance nos deslumbra, nos impresiona, nos hace descubrirnos y redescubrirnos a nosotros mismos y a la humanidad.

Por otra parte, ¿qué piensan los niños de estos cambios? ¿los viven igual que nosotros? Desde que nacieron, en sus casas existían los controles remotos de la TV y el DVD,  computadoras, archivos MP3, iPods, acceso a la TV privada, internet, en fin.

Al tener acceso a estas tecnologías ¿cómo disfrutan de la música? Este es un fenómeno muy particular que se está dando en las niñas y los niños (cabe aclarar que muchos mexicanos viven otra realidad, pues no tienen acceso a estos medios y viven, disfrutan y crean la música de otras formas), ya que en cualquier momento pueden acceder a la página de su grupo musical favorito y/o a youtube y escuchar lo que les interesa, no tienen que esperar a tener en sus manos los CDs. Sin embargo, la magia de la voz sigue ahí con cantantes como Maruca que plasma en sus CDs canciones de muchos ayeres, canciones con las que nuestros abuelos crecieron, jugaron, cantaron y nos transmitieron. Por tal motivo, es fundamental enseñar a nuestros hijos a no ser solamente consumidores musicales, también enseñarles que existe la posibilidad de ser creadores musicales en casa y en la escuela. La música siempre nos acompañará a lo largo de nuestra vida. Si disfrutamos, hacemos y vivimos la música, nos ayudará a ser seres humanos integrales, creativos, conscientes, contribuyentes. Volver a cantar con nuestros hijos “Caballito Blanco”, “Un barco chiquito”, “El Caracol” o “Martinillo”, se convertirá en un momento especial para ellos y para nosotros.

Como bien sabemos, la voz es el principal instrumento de comunicación y, a su vez, el sonido prístino que escuchamos y que se convierte en canto. Y es éste quien de generación en generación ha sido transmitido. Redescubramos a través de la vasta discografía de Maruca estas canciones que ha recopilado, seamos consientes que está en nuestras manos que nuestros nietos las canten, las jueguen y las enseñen.

Algunos de sus discos:

El Caracol, ¡A Jugar!, Una Petaquita de canciones, Un Barco Chiquito, Cantemos por la paz y La Alegría de cantar.