COMUNIDAD
¿Qué hacer cuando tienes uno?
Lo creas o no, para el oído humano, cada incremento de sólo 10 dB es como duplicar la sonoridad. Por ello, según la Semarnat, el límite máximo de ruido en zonas residenciales es de 55 decibeles (dB) entre las 06:00 y las 22:00 horas, y de 50 dB de las 22:00 a las 06:00 horas. En zona industrial o comercial (bares, discotecas, salones de fiestas), el límite máximo permisible es de 68 dB de las 06:00 a 22:00 horas y de 65 dB de las 22:00 a las 06:00 horas.
A pesar de ello, en México, ni salones de fiestas ni vecinos y, a veces, ni las propias autoridades, parecen muy dispuestos a cumplir la ley. ¿Qué hacer cuando eres la víctima?
Por la buena
1. La Dirección de Ecología de Tuxtla Gutiérrez dice que a menos que se trate de un escándalo en la vía pública (como si el ruido de bocinas no atravesara paredes), la Policía sólo puede emitir una recomendación al ruidoso. Pero si se trata de una situación reiterada en la que sepas hora y día en que habrá ruido, puedes pedir una inspección, para que actúen y, en su caso, sancionen al ruidoso.
2. Para evitar las bajas que cualquier guerra genera, el sitio electrónico Protege tu descanso aconseja que lo mejor es la empatía y la negociación. Es decir: gánate la confianza del ruidoso poco a poco. Cuando “tenga algo de empatía, él mismo minimizará sus ruidos”, asegura el sitio web.
3. Tú no eres el único afectado. Habla con otros vecinos. Háganle una visita al ruidoso y expóngale el problema. Tal vez la presión social surta efecto.
Por la mala
Híjole. Realmente, de todo corazón, te decimos que la guerra casi nunca es la salida. Después de todo, sería bien feo que le cortaras la energía eléctrica o rentaras un súper equipo de sonido, con las bocinas dirigidas hacia su casa, para levantarlo un martes a las 3 am, con los 15 minutos que dura la Obertura 1812 de Tchaikovsky a todo volumen. Y piénsalo: porque a lo mejor te consigues un problema mucho más grande del que tenías.
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