Cuando lo convencional no satisface la necesidad de entretenimiento y diversión es hora de ir más allá, es el momento de sumergirse a gran velocidad en los deportes extremos. Adrenalina explotando por todo el cuerpo, palpitaciones del corazón aceleradas, una super concentración y control mental (para saber responder ante situaciones de riesgo) son los elementos que nunca pueden faltar en un deportista extremo. Las disciplinas de alto riesgo son el rock and roll de los deportes, se pueden practicar por entretenimiento o de forma profesional como aquellos patrocinados por la conocida bebida energética del búfalo rojo.

Las disciplinas se consideran extremas porque las condiciones en que se realizan representan un peligro real y constante, aunque se apliquen el mayor número de medidas de seguridad para reducir los riesgos al máximo, nunca se está exento de un accidente que ponga en riesgo su vida. Conquistar las alturas es el sueño de muchos, pero sólo la realidad un puñado de valientes, entre ellos se encuentran los que practican el Salto B.A.S.E (desde edificios, antenas, puentes y acantilados).

Imagina saltar al vacío desde la cara norte del monte Everest a 7,220 msnm, tras cientos de metros en caída libre abrir las alas del traje y volar a 200 km/h por casi un minuto sobre la nieve que cubre la montaña más alta del mundo, sentir el viento gélido (de -18 ºC) recorrer tu cuerpo mientras abres tu paracaídas para aterrizar sin ningún rasguño sobre un glaciar después de haber descendido 1,270 m. Esta fue la hazaña de Valery Rozv, quien a sus 48 años realizó el mayor B.A.S.E. Jump sobre la tierra y tiene en su currículum más de 10,000 saltos.

Los que también se dedican a rockear por los aires son los pilotos de la Red Bull Air Race World Series, este campeonato combina la velocidad y las acrobacias en los mejores escenarios del planeta (Río de Janeiro, Abu Dabi, San Diego, Ontario, Oporto, Budapest y Barcelona), pasar a gran velocidad entre postes inflables colocados casi siempre sobre el mar, y hacer maniobras evasivas y giros cerrados por varios obstáculos posicionando las alas del avión a 90º, ascender en vertical y dar una giro sobre sí mismos para terminar un circuito en donde la precisión es lo más importante. Todo esto se realiza en pequeños aviones de gran resistencia que alcanza una velocidad de 426 km/h.

Otro espectacular deporte extremo es el motociclismo estilo libre, donde sus participantes dan grandes saltos para realizar trucos en el aire y aterrizar de forma perfecta. Uno los más geniales pilotos sobre la tierra es Travis Pastrana, ganador de 11 medallas de oro en lo X Games de ESPN. El rugir de su motor es apenas opacado por los gritos eufóricos de sus admiradores, sus llantas desgarran las tierra para dominar la motocicleta en las alturas, cuando hace un doble giro en el aire sentado en la fiera de acero o cuando coloca su cuerpo a 90º sobre el manubrio la gente enloquece.

Uno de los deportes extremos en bicicleta es BMX, en esta disciplina se efectúan grandiosos trucos en el suelo o en el aire, acrobacias como Barspin (de donde se sueltan las manos del manillar y se hace girar en el aire para tomarlo nuevamente); 360 (dar un giro por completo y caer sobre las ruedas), Footjam Tailwhip (frenar con el pie la llanta delantera, para hacer girar el cuadro de la bicicleta con el otro pie y finalmente regresar a los pedales) y muchos más. En este deporte sorprenden las acrobacias de Tim Knoll que con sus videos en internet motiva a muchos jóvenes a desarrollar sus habilidades.

Estos adictos a la adrenalina se preparan física y psicológica para disfrutar de la aventura, los ciclistas de montaña superan travesías a velocidades impresionantes en terrenos agrestes, pero espectaculares. La ciudad se vive de forma extrema con el skate, los artistas que la practican exponen sus trucos en cualquier superficie que la tabla pueda desplazarse y al elevarla del suelo: deslizarse por barandales, hacer un ollie (levantar la tabla sólo usando los pies) desde lo alto de las gradas, saltar obstáculos, hacer shove-it (darle una vuelta de 180º a la tabla con los pies y nuevamente caer sobre ella), entre otros muchos trucos.

Dentro del medio urbano también se encuentra el parkour, esta disciplina consiste en desplazarse de forma rápida y ágil por cualquier entorno, dejando atrás diversos obstáculos. Explorar el territorio y las capacidades del cuerpo humano son esenciales. La fama de este deporte a trascendido y es común ver en las grandes ciudades los cuerpos de traceurs (practicantes de esta disciplina) volar mientras saltan largas distancias entre edificios, suben por muros, brincan del techo al suelo y pasan sobre los elementos que se encuentren en su camino, todo con movimientos artísticos y acrobacias retomados de la gimnasia.

El esquí estilo libre es un deporte extremo que se realiza a increíbles alturas (a veces los esquiadores son depositados en lo más alto a través de helicóptero), donde los practicantes descienden a toda velocidad por la ladera de la montaña saltando por las protuberancias de nieve y realizando trucos espectaculares. Cambiando la intensidad de los tonos nos vamos hasta el océano donde se practica el surf, que consiste en deslizarte a través de las olas permaneciendo de pie sobre una tabla. Ésta tiene tres quillas en la parte de abajo y son las que permiten darle dirección a los movimientos.

El siguiente deporte extremo combina elementos del surf, snowboard, esquí, esquí acuático y skate, se trata del wakeboard. Consiste en deslizarse sobre una tabla mientras eres remolcado por un cable atado a una lancha, se usan las olas que crea el motor para realizar una gran cantidad trucos espectaculares a mayor velocidad. La joven Larisa Morales se coronó Campeona Mundial de wakeboard a los 15 años, el rostro de esta mexicana es igual de dulce que la miel del tarro Winnie Pooh, pero su corazón es el de toda una rockstar de los deportes extremos que sorprende a sus espectadores con mortales y 540º.

El concreto, la montaña, la nieve, el océano, el cielo y hasta el espacio son el escenario perfecto para el concierto de habilidades de estos intrépidos deportistas, los lugares más extremos para gente extrema. Todos y cada uno de estos deportes son espectaculares, pero un error o un descuido pueden provocar un accidente que se traducirá en heridas, facturas e incluso la muerte. El metalero de los deportes extremos es Felix Baumgartner quien se tomó muy enserio la frase: “el cielo es el límite”. Este paracaidista se lanzó desde la estratosfera (a 39,045 m de altura) en caída libre rompiendo la barrera del sonido y estableciendo tres nuevos records mundiales, demostrándole al mundo que no hay límites cuando te esfuerzas.

LO MEJOR: Los que practican escalada en roca conocen algunos de los mejores escenarios del planeta, arriesgan su vida a cada segundo para  alcanzar los paisajes más sorprendentes que sólo algunos pares de ojos han visto.

LA SEXY: Maya Gabeira, montó sobre su tabla en Dungeons, Sudáfrica, una ola de 14 metros de altura, convirtiéndose en la mujer en surfear la ola más grande. Ha ganado 5 veces el Billabong XXL Big Wave Award.