Siempre he tenido unas ganas inmensas de pronunciar la frase: “Haz conmigo lo que quieras”. Pero claro, nunca pensé que mi primera vez sería a mi estilista. Y no hay nada más peligroso que un gay, con unas tijeras en las manos.

Fui a la estética por qué necesitaba un cambio, ya saben un súper look así bien fashion y toda la cosa, por lo general voy con mis amigas o alguno de mis amigos (homosexuales), pero en ésta ocasión decidí ir sola.

Llegue y el tipo de la estética era de esos gays, gays, de maniguis y eso; no hubo problema, estoy acostumbrada; para no hacer más largo el cuento, me senté y le dije  ¡Haz conmigo lo que quieras! (y me muerdo los labios intentando parecer sexy), y él me dijo (sin mirarme a la cara): ¡¡¡Uuuuuyyyy  te voy a dejar di-vi-na!!!… le explique mi idea pero realmente no era tan fashion y chick como parecía.

Y él me dijo nooo…¡¡¡ Pero si tú eres diferente!!!  Tienes un no sé qué, que qué sé yo,( y hay voy y me la creo)  ¡Confía en mí preciosa!

Tengo que decir que me encontraba  en esos días bajos de la mujer, sí, en esos en los que según los hombres, nos volvemos insoportables (daría lo que fuera por verlos a ellos con los testículos  inflamados, con  punzadas agudísimas y sangrando por ahí todo el tiempo),  y yo en contra de toda estadística, me vuelvo de lo más dócil y dispuesta.

Anda corta… ¡Pero que quede para hacerme una cola!!! … aún no había terminado de pronunciar la frase cuando tras, tijerazo  a la altura del cuero cabelludo. Entonces que me pongo como hormiga y le digo ¡¡¡ oye !!!… que no te he dije que… Trassssssssssssssssssssssssss Tras Tras Tras Requetetrassssssssssss, sigue cortando.

Y me dice : Ahora siéntate aquí que voy a ponerte más rubia, YO no consigo reaccionar, estoy en shock total. Una mecha por aquí…otra por allá, una pincelada por aquí y otra por allá… cuando consigo reponerme del shock  ¡¡¡ ¿PERO  QUE TE HAS CREÍDO QUE  SOY UNA PINTURA?!!!…Si fueses una pintura serías sin duda La Maja Desnuda  ( y el tipo se queda super tranquilo) así que le pregunto ¿Qué tan rubia  piensas ponerme? y el gay, mampis me contesta ¡¡¡Rubia, rubiiisimaaa!!!… ¡¡Noooooooooo!!  ¡¿Rubia, rubía, pero  CÓMO RUBIA…?!, mmm como Paris Hilton, pero muchísimo más.

Siento la punzada tremenda en mis ovarios ¡¡¡aaaauuuuccchhhh!!!

Relájate guapa, que esto no duele. Y hago un esfuerzo por no agarrarle un testículo en cada mano y apretarlos mientras le pregunto ¿Y esto? ¿Duele inche gay? ¿Eh? ¿Eh?

Mi estilista termina de despeinarme y observa su obra maestra. Yo intento reconocer a la tipa esa del espejo que me mira con cara de tonta, el gay, mampis ese me sonríe, la tipa del espejo no sonríe, el mampis  aplaude, la tipa del espejo no aplaude,  mientras tanto, miro los restos de mi cabello en el suelo.

¡Te dije que quedarías DI-VI-NA!… Lauraaaa cóbrale que yo tengo que irme ¡¡¡yaaa!!!.  Muá, muá. ¡¡¡Gracias preciosa, estaba aburridísima!!!

Pago mis $500 pesotes y aún en estado de shock me marcho con el dolor de ovarios y con la tipa del espejo a mi casa, tengo que reconocer que no quedo tan mal, digo no me queda de otra más que adaptarme a esto.  Moraleja nunca le digas a un gay estilista:  ¡¡¡Haz conmigo lo que quieras!!!! por que seguramente no será lo que tienes en mente.