Los jardines son espacios naturales los cuales debemos darles mantenimiento para que puedan lucir alegres, requieren una serie de cuidados, limpieza, orden. Lo fundamental para que el jardín se mantenga vivo es regar el césped, en verano hasta dos veces al día, es importante que esta actividad se realice a primeras horas de la mañana o por la tarde noche, de ese modo nos aseguramos que el césped se mantenga siempre verde.

Tenemos que estar alerta para vigilar que las plantas estén libres de plagas, debemos usar fungicidas especiales, limpiar las hojas de las plantas que estén secas.

Podar adecuadamente nuestras plantas, una poda mal realizada puede llegar a causar la muerte de una planta, pero la poda correcta da fuerza y vigor, mejora la floración y desarrollo; se controla el crecimiento, dándole la estructura necesaria  para que sus ramas soporten peso, en especial los frutales, el crecimiento excesivo afecta la producción de flores y frutos, la planta se concentra sus energías en crecer y no en producir.

La poda bien hecha favorece la adecuada distribución de las ramas, de modo de garantizar que la luz del sol llegue también al interior de la planta, crezca de manera armónica y florezca mejor, las podas regulares despejan para que llegue al centro el aire y la luz y las podas anuales de ramas de los árboles hace que las raíces se desarrollen mucho menos.

En general, la poda se debe realizar en la época de receso vegetativo de la planta, siempre atento al clima y las temperaturas, mientras más susceptible sea la especie a las bajas temperaturas, se poda más  tarde, cuando hayan pasado la temporada de  frío.

¿Qué se debe hacer  para podar?

  • Evitar hacer podas fuertes en época de frío, porque el rebrote es muy sensible. Después del frío, acompañar con una fertilización.
  • Tener las herramientas necesarias bien afiladas: una tijera de mano, tijera de mangos largos y serrucho. Nunca forzar, un corte que no está bien realizado cicatriza mal. Desinfectar las tijeras entre plantas, con alcohol.
  • Se deben eliminar partes dañadas , enfermas o  ramas secas.
  • Elimina las ramillas que desborden el volumen de la copa y el crecimiento.
  • Las flores que se van marchitando se deben eliminar, por estética y porque estimulará que salgan más.
  • La Poda de Formación, como su nombre lo indica, se realiza con el fin de conducir el desarrollo de la planta, desde el principio, para un crecimiento de ramas bien dispuestas y equilibradas.
  • Jamás pode un arbusto o árbol de floración primaveral en invierno, ya que la producción de nuevos brotes y flores se vería seriamente dañada. Hay que podar después de su floración.
  • No realizar podas drásticas (terciado y desmochado).
  • Cortar las ramas enteras sin desgarrarlas, el desgarramiento permite que por las heridas puedan penetrar diferentes agentes patógenos (virus, bacteria y hongos) y producir enfermedades puesto que no cicatrizan.
  • Si por alguna razón la punta (la guía) se rompe, fija cuidadosamente una guía de alambre al brote más firme que aparezca y dirija su crecimiento vertical.