2010 un año de gran presencia en la historia de México

En 1810, estallaban en diversos puntos de los dominios españoles las revoluciones criollas. Por ello México, entre otros países de América Latina, celebran este año su bicentenario. Y en nuestro país es sin dudas la evolución histórica, más interesante.

México se organizó para celebrar majestuosamente el aniversario número doscientos del inicio de su Independencia. Todos los eventos y obras están planeadas con el objetivo de conmemorar estas fechas.

Éste colosal festejo sobresalen muestras del arte mexicano desde el prehispánico hasta el contemporáneo, en las principales capitales del mundo, rutas históricas, espectáculos, exposiciones, coloquios, seminarios, publicaciones, la apertura de diez zonas arqueológicas, serán los escenarios principales del Bicentenario de la Independencia.

Las sedes de esta conmemoración se eligieron tomando en consideración su accesibilidad, estas vías terrestres trazan los caminos principales tomados por quienes libraron las batallas que llevaron a consumar la Independencia. Para esta magna conmemoración, estos recorridos se denominan en conjunto “Ruta 2010”.

Los museos que destacan en la Ruta de la Independencia inician con la Casa del Marqués en el Centro Histórico de la Ciudad de México, y el puerto de Acapulco con el museo del Fuerte de San Diego, donde Morelos libró su famosa batalla en la defensa de la Independencia. Otros museos para esta celebración por su invaluable contenido en orgullo a la Independencia y la Revolución, son el Museo del Virreinato, el Museo Nacional de Antropología, el Museo Nacional de Historia, el Museo Allende, el Museo Casa Morelos, la Alhóndiga de Granaditas y el Museo de Sitio de la Casa del Padre Hidalgo.

Las Rutas de la Independencia incluyen la Ruta de la Libertad, La Ruta Sentimientos de la Nación, La Ruta Trigarante.

Una pizca de historia…

Aquel 16 de septiembre de 1810, durante la madrugada, detonó la insurrección del llamado grupo de los “conspiradores de Querétaro”. El cura Miguel Hidalgo y Costilla, uno de sus miembros, fue quién convocó al pueblo de Dolores a la rebelión. En esa noche Hidalgo pronunció el Grito de Dolores: “¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Viva Fernando VII!”.

Luego del Grito de Dolores se dirigió a la cárcel del pueblo. Junto con un reducido grupo de campesinos, sin experiencia militar y portando un armamento improvisado, tomó la penitenciaría.  Tomaron algunas armas y marchó hacia Atotonilco el Grande. Ahí tomó como estandarte de la lucha revolucionaria a la Virgen de Guadalupe, la cual se considera la primera bandera mexicana.

Su camino le llevaría luego hacia San Miguel el Grande, donde convergieron los militares rebeldes Abasolo y Allende. Era el comienzo de la larga lucha por la Independencia de México, que  habría de culminar hasta 1821.