Mírate, cuídate, quiérete

¿Has tomado más café de lo habitual estos últimos días o las colillas de cigarro se amontonan en tu cenicero? ¿Momentos de mucha presión verdad? El trabajo, los niños y demás actividades, acompañadas de un mal descanso, suelen minarte poco a poco y en el momento en el que menos te lo esperas acabas por derrumbarte en el primer sillón que te encuentras.

¿Sabías que gran parte de las enfermedades provienen del exceso de estrés? Por eso es tan importante dedicarte unas horas o minutos a la semana, enfocarte en tu salud, pero sobre todo ocupar ese tiempo para relajarte un poco. ¿Cuándo fue la última vez que te consentiste, que te ocupaste únicamente de tu persona? Si para responder esta pregunta has tenido que consultar la agenda de tu celular o te has quedado en silencio por unos minutos, quiere decir que lo que urge es atenderte un poquito. Sí, sí, sé lo que vas a decir en este instante, comienza la lluvia de pretextos: “no tengo tiempo”, “estoy por terminar un proyecto”, “lo niños necesitan más atención”, “la siguiente semana o el siguiente mes me ocupo de eso”, “ahorita no puedo gastar mucho dinero”, “hoy lo iba hacer pero surgió un imprevisto”, etc. Y así pasan los días, en el descuido o en la simple promesa no cumplida.

Pero hoy puedes romper con la rutina desgastante y por fin dedicar unos minutos a tu cuerpo, a ese templo que de repente abandonamos y dejamos a su suerte. Un masaje, un sesión de aromaterapia, un tratamiento facial o una depilación con miel pueden ser sumamente benéficos para mejorar tu imagen y salud, pero no sólo eso, también favorece a quienes te rodean, a tus compañeros de trabajo, a tu familia e incluso a quienes te topas cada día en la calle, puesto que tu ánimo, humor y rendimiento mejoran, y eso, aunque a veces no lo creamos, es algo que se contagia, que se expande a tus semejantes.

¿Desde cuándo tienes esa tensión en el cuello o en la espalda y lo único que haces para mejorar es tomar pastillas? Deja de automedicarte, escucha a tu cuerpo, cuida que el dolor no se convierta en algo rutinario y que tu apariencia para el mundo, y sobre todo para ti, mejore. Es momento de brindarte una sonrisa, recurre a un buen masaje o a una sesión en donde tu rostro luzca con un mejor brillo. Mírate, cuídate, quiérete.

Rocío Pardo | Cosmetóloga

Clínica en tratamientos cosmetológicos

Viveros del Prado 106, Jardines de Casa Blanca.

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