Con la llegada de la navidad llega la época del derroche y del consumismo por excelencia: dinero, comida, energía, provocando CONTAMINACIÓN.  Existen  formas más sostenibles social y ambientalmente de celebrar estas fiestas.

Trata de usar un árbol de Navidad artificial. Si vas a utilizar uno natural, preocupate de que sea un árbol cortado legalmente y que contenga raíces, recuerda colocarlo en un recipiente grande donde sus raíces puedan crecer y riégalo constantemente.

Utiliza luces de bajo consumo en tu árbol y apágalas cuando no sea necesario usarlas. No gastes energía de más, el consumo de electricidad supone graves problemas ambientales

Si le quieres poner nieve artificial al árbol, evita los sprays que dañen la capa de ozono. Las clásicas bolitas de algodón pueden lograr el mismo efecto y las puedes guardar para el otro año.

Trata de usar de manera racional el papel de regalo o reutiliza alguno que tengas guardado. Puedes usar creativas ideas para envolver; por ejemplo, si regalas utensilios de cocina, envuélvelos en un lindo paño de cocina o puedes usar hojas de revistas llamativas y coloridas, como la sección de cómics, para regalos pequeños; otra buena idea es usar papel reciclado (ya sea café o gris, tipo craft).

Lleva tus propias bolsas cuando hagas las compras de Navidad o trata de ocupar las menos posibles las bolsas plásticas* son bastantes dañinas y poco degradables.

También es importante utilizar el transporte colectivo, con lo que no sólo se ahorra energía sino que se evita la contaminación acústica y atmosférica. En esta temporada el tráfico se pone terrible, las personas entran en la fase del consumismo impulsivo por los regalos de navidad.

Al comprar es importante recordar una serie de aspectos:

  • Es recomendable estar seguros de comprar el contenido y no el envase.
  • Hay que evitar los productos con envoltorios excesivos o innecesarios.  
  • La comida pre cocinada implica más envasado y consumo de energía. Los productos frescos, de temporada o menos elaborados resultan más baratos, más sabrosos y tienen menos aditivos. 
  • También es imprescindible no comprar pieles. Ni cosméticos que usen animales para su experimentación. 

Estamos conscientes de que esta temporada, todas las recomendaciones las pasamos por alto, pero hagamos un pequeño esfuerzo para tratar de no contaminar más nuestro planeta.