DEPORTE

Bajo la constante amenaza de acabar convertido en una mancha de chicle sobre el cemento, los meses de calor son difíciles de sobrellevar. O pueden también ser muy felices. Sobre todo, si se cuenta con alguna piscina cerca de casa.

Eso sí: no hay que olvidar que además de ser un pasatiempo divertidísimo o un deporte, aprender a nadar bien es indispensable para evitar accidentes. He aquí algunas recomendaciones para que tu próxima visita a una alberca, río o playa sea no sólo divertida, sino también una experiencia segura.

1. Aprende a nadar. Lo ideal es que nuestros hijos aprendan a nadar desde bebés. Un niño que sabe nadar siempre estará más seguro. Siempre deben hacerlo bajo la supervisión de un adulto. Nunca, en ningún caso, nadie debería nadar solo. Aprender a nadar proporciona un grado mayor de seguridad acuática.

2. Cuidado con los clavados. Nunca entres de clavado a lugares donde no conoces la profundidad o no alcanzas a ver el fondo.

3. Alimentos. Nadar después de haber ingerido alimentos es una mala idea. Espera al menos dos horas antes de meterte al agua.

4. Estar preparado. Parte del aprendizaje de la natación, consiste en aprender técnicas de RCP y saber el número de emergencia.

5. Precaución. Lee y obedece las indicaciones de alerta en playas, ríos, albercas, etc. Jamás nades si hay tormenta eléctrica, utiliza el chaleco salvavidas cuando abordes embarcaciones. No olvides que las albercas inflables deben vaciarse y las cisternas, pozos y tanques deben de estar con tapas con candado.

Disfruta el agua de forma segura: ¡aprende a nadar!

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