El pueblo de las alfareras, llamado en su lengua Toz’ontajal, se localiza sobre una pequeña elevación que domina un fértil valle cubierto de cultivos, a 37 km de San Cristóbal de las Casas. El grupo de Tzeltales que formó originalmente el pueblo, se estableció en la zona durante la época precolombina y en 1486 fue invadido por tropas Aztecas.

Después de la conquista de Chiapas en 1528 se le cita como perteneciente a Teopisca y a finales del siglo XVI, ya se había  convertido en cabecera por derecho propio.

La iglesia colonial domina al caserío tradicional y a las huertas de esta co mundial tzeltal, célebre por las piezas de barro que las artesanas modelan a mano y luego cuecen con leña a cielo abierto, evidenciando con esta técnica un fuerte ascendente prehispánico.

DATO IMPORTANTE: Debido a las costumbres y tradiciones del lugar no es posible tomar fotografías de la iglesia y a los santos cuando se realizan procesiones durante las festividades, así como a las artesanías.

Ollas, cántaros, tinajas, macetas y figuras zoomorfas son los productos de esta antigua tradición que se evoca en el acto de mezclar tierra y agua, modelar el barro, secarlo y quemarlo, el primigenio acto de creación en la cosmovisión maya.

Dentro de las costumbres que prevalecen en este lugar está la de los bautizos. Los abuelos del niño a bautizar son los que buscan y les hablan a los serán padrinos, para eso llevan una ofrenda que consta de una caja de pan y una reja de refrescos. Si las personas aceptan, se deja la ofrenda, y si no, se regresa. El padrino es el encargado de comprarle al futuro ahijado dos mudadas de ropa, si es niño, una blanca y otra de color, si es niña, una blanca y otra que es un traje típico.

Cómo llegar: A 38 km de San Cristóbal de Las Casas por la carretera federal 190 hacia Comitán.