Magia detrás de cada bocado

Joven comprometida con la promoción y difusión de Chiapas, en lo que va del año acudió a varios festivales para difundir nuestra gastronomía. A través de la pasión que siente por la cocina, cumple su compromiso de compartir al mundo todo lo que es el estado, además de promover el turismo gastronómico.

Originaria de San Cristóbal de las Casas, la chef Marta es una joven entusiasta y trabajadora. Amante de la cocina desde niña, pasión que inconscientemente la llevó a estudiar la Licenciatura en Gastronomía y Hotelería. Tierra y Cielo fue su proyecto de tesis, un sueño que se transformó en un proyecto familiar y se hizo realidad en la antigua casa de sus abuelos, respetando la arquitectura colonial pero inyectando elementos modernos. Un bordado de los Altos que simboliza el cielo y la tierra le da su nombre, los colores hacen referencia al paisaje: el naranja por el color de la tierra y el azul, el cielo.

En 2008 fueron galardonados con el Premio al Mérito Empresarial Restaurantero “José Peza Fragoso” de Comida Regional, otorgado a quien hace suya la misión de promover la industria turística manteniendo viva la cultura gastronómica de México y se da a la tarea de promover las comidas típicas.

platillos

Este premio fue un parteaguas porque trajo consigo el compromiso de promover, investigar y rescatar la gastronomía local. Fue entonces que Tierra y Cielo pasa de un hotel con restaurante de comida internacional a uno con cocina mexicana. Hoy en día es un deslumbrante y confortable hotel con 12 habitaciones y restaurante de Alta Cocina Regional y de Autor, comprometido con el rescate de las tradiciones culinarias y el apoyo a productores locales, todo de la mano con la conservación.

La Chef  Marta le dio al menú una identidad chiapaneca, aplicando un cuidadoso seguimiento desde la producción de la materia prima (productos locales), el proveedor (todos chiapanecos), las técnicas de elaboración tradicionales, el montaje de las mesas (con elementos regionales), la presentación de los platillos y el excelente servicio. Su carta cuenta con bebidas regionales como pozol, tascalate, limonada de chía, entre otros. También ofrecen 45 etiquetas de vinos nacionales de muy buena calidad.

Detrás de cada platillo se encuentra el beneficio social que otorga a cada uno de los productores y proveedores chiapanecos

Casi el 100% de sus insumos son de productores locales o regionales, contribuyen a rescatar la economía local adquiriendo los productos de los mercados, con un comercio justo. Todos los embutidos y quesos son chiapanecos, los alimentos a base de masa son elaborados con  el  producto de “Mujeres y maíz criollo” una cooperativa de señoras que reciben la ayuda directa del hotel al colocar su producto.

El uniforme de los meseros, los comales, los cestos, los manteles, los adornos, entre otros, los elaboran  artesanos del estado. En recepción podemos encontrar un espacio dedicado a la promoción de artículos de la región.

En Tierra y Cielo puedes vivir la maravillosa experiencia de una limpia en manos de mujeres chamulas, quienes obtienen los apoyos económicos directamente. En el restaurante te sirven el chocolate en una peculiar taza con forma de la mazorca de cacao; el diseño de la taza te obliga a pedirle permiso al cielo para poder participar en el ritual de consumo de esta antigua bebida sagrada. El pozol se sirve en la tradicional jícara, sin duda el hotel es un lugar que te transporta al pasado, llevándote en un viaje por los ancestrales sabores de Chiapas, es una experiencia única digna de ser contada.

Merecedores de la certificación de CAMBIO, una asociación civil que promueve la conciencia ambiental en las empresas; el hotel tiene la encomienda de trasmitir pequeñas acciones a favor del ambiente a los proveedores, colaboradores y clientes, generando nuevos hábitos de vida. Contribuyen con el fondo de conservación de la Reserva el Triunfo, por cada cliente que se hospeda, el hotel dona un porcentaje directo, además el área de recepción tiene a la venta libros y souvenirs en apoyo a este pulmón de Chiapas. Reciclan, separan la basura y buscan que sus empaques sean biodegradables.