GASTRONOMÍA |
Alimento legendario cuyo consumo está ligado fuertemente a las distintas culturas de Mesoamérica y que además es considerado un ícono de México ante el mundo, el chile es hoy en día uno de los principales frutos tanto de este país como de América latina, además un condimento presente en comidas de África, Asia y parte de Europa; pero, ¿qué hay detrás de su cultivo y de su gran tradición en los hogares mexicanos? Antes que nada, cabe señalar que este alimento tiene sus raíces en América del sur y fue abarcando un mayor número de territorio mediante la movilidad de los grupos nómadas mesoamericanos; además de que, evidentemente, la migración de distintas aves que se alimentaban de este fruto, ayudó a esparcir las semillas en varios rincones, entre ellos la región que hoy conocemos como México.
El chile, a lo largo del tiempo, ha sido un puente de sincretismo cultural, sobre todo durante la etapa de la conquista, y ahora está inmerso en distintos platillos del mundo; pero más allá de su uso gastronómico, este producto natural tuvo otra utilidad, un ejemplo de ello se encuentra en los aztecas, quienes lo usaron no solo para su consumo, sino también como arma de guerra. Según historiadores y antropólogos, el humo del chile fue un arma durante las batallas, una especie de gas lacrimógeno para distraer o paralizar al enemigo, incluso se usó en contra de los mismos españoles. Asimismo, fue un elemento vital en rituales y ofrendas a los dioses, dado que se le atribuía propiedades mágicas ya que algunos lo utilizaron para curar problemas como el llamado “mal del ojo”.
Como verás, este fruto tiene un enorme pasado y una gran importancia dentro de la identidad y la economía mexicana, vale la pena adentrarse en su historia y sobre todo incluirlo en la comida del día.
El chile: un digno representante del sabor mexicano. æ
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